El padre de Meghan Markle fingió un infarto para no ir a la boda

Thomas Markle salió así del apuro tras conocerse que había pactado con un fotógrafo unas supuestas fotos robadas

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Thomas Markle, padre de la duquesa de Sussex Meghan Markle, habría fingido un infarto para escaquearse y no asistir a la boda de su hija con el príncipe Harry. Así lo ha declarado a la prensa británica un amigo de Meghan que, por supuesto, apoya totalmente a la duquesa y censura el comportamiento de su padre.

Según esta fuente, Thomas Markle utilizó la estratagema de inventarse un ataque al corazón para salir al paso de la última metedura de pata que afectaba, y de qué manera, a la que iba a ser nueva princesa consorte de Inglaterra. "Tuvo que sacarse de la manga una buena razón para no ir a la boda y evitar futuras vergüenzas después de que esas fotos suyas fuesen publicadas", explicó el amigo al Daily Mail.

Thomas puso en evidencia a su hija cuando pactó con un fotógrafo unas supuestas fotos robadas en las que el padre de Meghan se hacía probaturas con el traje que iba a llevar a la boda. La tienda en la que se hicieron las fotografías no era, ni de lejos, ninguna sastrería de categoría. Al contrario, más bien parecía un tenderete de aquellos 'modistos' que en apenas unas horas son capaces de confeccionar una imitación de cualquier modelo de una marca conocida. En otras fotos, podía verse a Thomas viendo en internet reportajes sobre la inminente boda de su hija con el príncipe Harry. Por estos dos reportajes, que no gustaron en absoluto a la casa real británica, Thomas Markle se embolsó 100.000 dólares.

Descubierto el engaño y para evitarle a su hija el papelón de tener que retirarle la invitación a la boda, Thomas 'sufrió' un infarto, motivo más que suficiente para no poder asistir al enlace. La idea de Megahn era entrar sola en la capilla de San Jorge de Windsor y, a mitad de camino, que su padre la acompañara del brazo hasta el altar. Y así se hizo, solo que en lugar de ser Thomas Markle quien la condujera hasta dode le esperaba el príncipe Harry, fue el príncipe Carlos, su suegro, quien hizo de padrino de la novia.

Ahora se ha sabido que ese infarto nunca existió. Otra historia falsa de Thomas Markle, que quizá quiera mucho a su hija, pero no hace más que meterla en líos.