Con el fin de agosto y el final mental (que no meteorológico) del verano, Pablo Motos ha cumplido 53 años. Solo le separa el fin de semana de su vuelta a la televisión después de disfrutar de unas merecidas vacaciones. El presentador se reencuentra con la audiencia de 'El Hormiguero' con las pilas cargadas y con un objetivo ambicioso y nada cómodo. A lo largo de su trayectoria como conductor de uno de los programas de entrevistas más vistos de la pequeña pantalla, ha tenido dos compañeros inseparables: el éxito y la polémica.
Tantos titulares ha protagonizado cuando ha pulverizado los audímetros como cuando ha estado relacionado con situaciones que han provocado que la audiencia se le tire tirado encima a través de las redes. Justificadas o no, el sambenito que más le han colgado ha sido el de "machista". Preguntas sexistas a sus invitadas o alguna que otra reprimenda de las entrevistadas por alguna salida de tono incómoda han encendido más de una vez Twitter.
La forma en que Motos ha hecho autocrítica al respecto de esta situación ha sido contratar a una consultoría para que se encargue de mejorar su imagen pública, según ha publicado Jaleos de El Español. Y es que para Pablo una de sus máximas preocupaciones es su reputación. Las críticas destructivas, pesan, y la percepción que tiene un sector de la audiencia de él a través de noticias que se hacen eco de estas polémicas no se corresponderían con cómo es, con lo que piensa y los objetivos que intenta transmitir 'El hormiguero'.
Cabe decir que, en las redes sociales los ánimos se calientan fácilmente, y que no siempre se ha merecido el machaque que ha sufrido, en alguna ocasión, favorecido por una malinterpretación. Son situaciones que al final le convierten en protagonista de titular negativos, y el presentador quiere poner de su parte para frenarlos.