Es rara la ocasión en la que Pablo López se abre para hablar de su vida privada. Bertín Osborne ha conseguido que el cantante recuerde esa infancia feliz pero marcada por la ausencia de su padre: "Crecí en Fuengirola, lleno de arena del mar, con la sencillez de la vida, sin una palabra más alta que otra", comentaba con ese tono poético tan característico.
El padre del artista se fue de casa cuando él apenas contaba con cinco meses, una ausencia que, sin quererlo, marcó su carácter y su forma de ver la vida: "Esa falta ha sido siempre mitigada con humor. Mi padre nunca me causó ningún trauma, cuando estaba con él estaba siempre bien", declaraba en una entrevista a El País en 2018, un tema que no ha dudado en abordar en 'El Show de Bertín' de Canal Sur: "Me recogía con el coche y me decía siempre escucha esta canción... Era una persona maravillosa", admitía sin ningún tipo de rencor.
Y es que los momentos que recuerda junto a él siempre tenían una sonrisa dibujada: "Era una risa constante y él era muy culto e inteligente", manifestaba a la vez que subrayaba que no cree que su padre quisiera hacerle daño con sus actos. Recuerda como fueron esos momentos en solitario, en los que su madre estaba trabajando y tanto él como su hermano se quedaban en el colegio lo que le acercó al piano, un instrumento que se ha convertido en una extensión de sus manos.
La entrevista en 'El Show de Bertín' ha removido otra vez esa historia familiar desconocida para el gran público y es que su padre falleció en 2014, un final que no ha terminado con la relación con su hijo: "Cada vez me llevo mejor con él", confesaba visiblemente emocionado a Bertín y es que "aunque no esté, sí está pero está de otra manera".