La final de Operación Triunfo 2017 no solo dejó uno de los grandes momentos de la televisión con la victoria de Amaia Romero, sino que también nos mostró un significativo cambio en uno de los artistas invitados, Pablo Alborán. El malagueño acudió al concurso para interpretar uno de los temas de su último disco ‘Prometo’, una interpretación que acabó quedando en segundo plano para las miles de personas que estaban comentando la gala en las redes sociales. Cuando las cámaras se acercaron a su rostro, desvelando que había desaparecido su carismática peca.
Fueron los seguidores más fieles del artista los que se dieron cuenta del cambio, creando un gran revuelo en Twitter. Para todos ellos era incomprensible y desconocido el motivo que había llevado a su ídolo a cortar de raíz con este rasgo tan característico de su rostro. Si bien no se sabe cuándo pudo extirpársela, la última fotografía en la que luce la peca fue el pasado 12 de enero. Ya sea por una cuestión estética o médica, lo cierto es que el autor de ‘Saturno’ no ha sido el único en ponerse en manos de la cirugía para deshacerse de un lunar.
En el año 2003 Enrique Iglesias generó un revuelo similar cuando decidió quitarse la famosa peca de su mejilla derecha. “Un día fui al médico y me dijo que me lo podía quitar en cinco minutos. Me dijo que con el tiempo podía ser la causa de un cáncer”, contó el hijo de Julio Iglesias por aquel entonces. El artista confesaba también que se había asustado “al ver tanta sangre. Me dio mucho miedo porque pensé que el médico me iba a sacar los ojos”.
Al igual que Pablo Alborán, el actor Ewan McGregor también tiene decenas de marcas por el cuerpo que, a lo largo de los años, se han ido reduciendo en número. El escocés tenía varios en la cara, entre los que destacaba uno en medio de la frente del que decidió deshacerse. Eso sí, se quedó con uno en la parte inferior del ojo.
Uno de los cambios más sorprendentes es el de Madonna. La autora de ‘Like a virgin’ se ha esforzado porque su cara se mantenga siempre tersa, si bien lo ha conseguido, aunque por el camino ha ido perdiendo los lunares que tenía en la cara, entre los que destacaba uno muy famoso justo debajo de la nariz.