Alejandra Rubio ya no sabe cómo hacer entender a la gente que, si se ha independizado con su novio, es porque ella puede permitírselo. Ella, no su madre. Terelu no le pasa ninguna asignación a su hija y la nueva vida de esta en el centro de Madrid sale solo y exclusivamente de su bolsillo, ya que trabaja muy duro para podérselo permitir. Ahora descubrimos que, además de influencer, la adolescente tiene un nuevo ‘curro’ en la misma discoteca en la que trabaja su chico como DJ.
Alejandra, cada jueves, viernes y sábado trabaja en una conocida sala de la capital. Se trata de una de las preferidas de los universitarios y se encuentra en una de las zonas con más actividad nocturna, muy cerca de Nuevos Ministerios. Todo el que quiera puede ‘pedir lista’ a la hija de Terelu y esta, o bien les hace una rebaja en el precio de la entrada o bien les pasa gratis hasta una determinada hora. Rubio se ha convertido una popular relaciones públicas y ser una figura en redes sociales aumenta su éxito no solo le beneficia en su trabajo como influencer sino también en esta profesión tan común a estas edades. Para jóvenes con un perfil parecido al de Rubio un trabajo en una discoteca como rrpp o imagen es muy normal: no intercede con sus clases, lo realizan por la noche, en su local preferido, supone una importante fuente de ingresos y les permite valerse por ellos mismos sin tener que recurrir a la cartera de sus padres. Rubio ha demostrado ser trabajadora, madura, independiente y capaz de ganarse ella sola el pan. Sin duda, sus padres deben estar orgullosos de ella pues está, además de estudiando, trabajando en sus horas libres.