Estaba cantado. ¡Nunca mejor dicho! Cepeda volvía a medirse con el público, esta vez acompañado de Raoul. Parecía que la cosa iba a estar igualada, que podía quedarse uno u otro, que los votos, ya se sabe, los carga el diablo, pero en el fondo, todos teníamos claro que el concursante más invencible de la edición lo iba a hacer de nuevo. Cepeda puede con todos. ¿Pero qué les da? El público enloquece cada vez que llega al escenario y twitter se vuelve un mar de 'cepeda se queda' -la rima ayuda mucho-. Claro que luego llegan los lloros, los memes y las bromas... Ay, ¡malditas redes!
Ojalá alguna universidad estuviese ya estudiando el 'fenómeno Cepeda'. Un concurso que nunca remata bien el escenario, que tampoco es que sea el carisma personificado y que siempre acaba eligiendo el mismo tipo de canciones, pero que, mira, consigue lo impensable: vencer a cada uno de sus contrincantes. A este ritmo, le vemos en Eurovisión su chupa de cuero y sus zapatillas. Ni Ricky, ni Mireya, ni Raoul, pese a hacer los tres actuaciones más que notables, han podido con él. Cepeda, el destructor.
Anoche, volvió a repetir jugada. El jurado le dio lo suyo, twitter no podía ya más con tanta salvación pero el público decidió que merecía una oportunidad más. Raoul se marchaba ante las lágrimas de sus compañeros y Cepeda trataba de no sentirse demasiado culpable -si el pobre, encima, es bueno-. “Solo te pido una cosa”, le dijo Raoul antes de irse. “Esfuérzate al máximo. No es para relajarse”. Cepeda asintió. ¿Servirá de algo? Posiblemente, no.
Salvarse cada semana ha hecho que la nominación sea ya algo normal en la vida del concursante. Lejos de ponerle las pilas, le sirve como colchón. El mensaje ha quedado claro: haga lo que haga, el público estará ahí. Aunque los profesores le cuestionen, aunque el jurado se decante -de forma muy clara- por su expulsión, el público siempre estará ahí. Al menos hasta ahora. Medirse con alguien que ha sido favorito no es moco de pavo. ¿Podrá Roi con Cepeda? Igual terminamos tragándonos nuestras palabras.
La campaña twittera antiCepeda no surte resultado. Sí lo hizo anoche el movimiento proWar. Ana Guerra consiguió ser favorita, en gran parte, seguramente, por el injusto rapapolvo que la semana pasada le dio Mónica Naranjo. Los sentimientos son así. Y puede que esa sea también la explicación de la longevidad de Cepeda. Posicionarse con el débil, el atacado, el eterno nominado. A ver si detrás de esa pasividad hay un talento arrollador y muchos todavía no lo hemos visto...
Eso sí, el juego está servido. La nueva salvación de Cepeda puso a los twitteros a trabajar y no fueron pocos los que bromearon con su poder aniquilador. 'De los creadores de Conan, llega Cepeda'. Al final, le vamos a coger cariño.