Mariah Carey ha anunciado su nueva gira navideña, que llevará 'All I Want For Christmas' y otros milagros musicales por toda Inglaterra en diciembre, en plena polémica por las bajas ventas de su nueva residencia en Las Vegas. La diva del brilli-brilli debía volver a la ciudad de los casinos por todo lo alto el próximo 5 de julio, pero lo cierto es que los promotores están temblando porque ni siquiera la noche del estreno han agotado localidades. Nada que ver con su anterior residencia, en 2015, que le generó 24 millones de dólares con 50 conciertos.
Mariah le pone al mal tiempo buena cara, y en sus redes sociales es todo sonrisas y purpurina, pero en el fondo pasa por una temporada muy difícil. En abril fue demandada por su exrepresentante por acoso sexual –Stella Stolper asegura que la cantante se pasaba todo el día en porretas y que llegó a realizar actos sexuales frente a ella– y recientemente confirmó que está en tratamiento por un transtorno bipolar desde 2011, aunque en realidad ya fue diagnosticada en 2001 tras una crisis por la que tuvo que ser hospitalizada. Esto sumado a su fama de diva difícil, hace que la cantante no salga últimamente del foco de la polémica.
Sincera y abierta como es, Mariah ha vuelto a hablar en una entrevista sobre su transtorno bipolar. En esta, afirma que el origen de su enfermedad está en su infancia y en el racismo que sufrió desde pequeña por ser birracial. Su padre es un afro-americano de ascendencia venezolana y su madre es medio americana y medio irlandesa y participó en la lucha por los derechos civiles y su familia rechazó cuando se casó. "Mi madre llegó a a marchar junto a Martin Luther King y sufrió mucho racismo por ser una cantante de ópera casada con un hombre negro. Esto me afectó y me hizo experimentar el lado oscuro de la vida", asegura.
Mariah también cuenta una anécdota de su infancia: "Una amiga mía vino a mi casa y se puso a gritar porque vio a mi padre y era la primera vez que veía a un hombre negro. Eso me impactó. Tuve que pasar por mucho en mi infancia por sentirme aceptada, sentía que no debía existir porque era muy diferente al resto". La diva, que empezó a escribir canciones a los 12 años como forma de escape a esa realidad, también afirma padecer problemas de insomnio desde los 6 años.
En la charla, la cantante confirma que está escribiendo sus memorias, en las que hablará largo y tendido sobre su difícil infancia y, se espera, sobre la difícil relación con su hermana, que se dedicó a la prostitución, tiene VIH y la acusa de no ocuparse de ella. En ellas, también se espera que comparta algunos de sus secretos de belleza y sus conocidas manías. De momento, ya ha compartido algún secretillo para desmentir que utilice agua embotellada en sus baños diarios: "De vez en cuando me baño en leche fría. Pero si no tuviera agua limpia a mano, seguramente utilizaría agua mineral". Tambiéndesmiente que pida fontanería dorada y una taza del váter nueva cada vez que visita un hotel: "¡Qué tontería! Me podría comprar una casa si quisiera eso".