“Es un niño en el cuerpo de un hombre”, coincide casi todo aquel que le conoce. Omar Montes es todo lo que nos dijo que era, Y MÁS. Si prometió que su vida era su abuela, su hijo, su madre y su barrio, se quedó corto. El cantante es un ídolo en Pan Bendito y lo ha querido mostrar en el primer capítulo de su reality, grabado para Mtmad. ‘La vida mártir’ lo mismo bebe de ‘Keeping up with the Kardashians’ que de los ‘Gipsy Kings’. La revelación del canal de vídeos de Mediaset.
En este primer capítulo hemos visto en qué consiste un día normal para él: ir a desayunar una leche con cacao con su abuelo (que lleva una gorra con el nombre de su nieto, bien orgulloso), quedar con los chavales para echar un partido y, después, cantar unos temas en el parque y acabar la jornada comiendo en casa de su abuela, donde le espera Omar Jr., que es “un corderito, el niño más bueno”. El artista aspira a que su hijo siga sus pasos: “que no beba, no fume y sea deportista”, y que, además, estudie para ser lo que él desee, pues su lema es que no importa donde uno nazca para hacer realidad sus sueños. Él lo ha hecho, y anima a todos los jóvenes a que sigan su estela.
Le adoran. Sus vecinos le saludan de manera constante, los coches le pitan, se saben sus canciones… es un auténtico ídolo. Él quiere ser un buen ejemplo para todos y cree que esta mirada a su realidad le hará estar más cerca de todos esos culebros a los que tantísimo camela.