Desde que pisara los Cayos Cochinos no ha habido semana en la que Olga Moreno no haya hecho mención a su vida al lado de Rocío Flores a pesar de que esta le había aconsejado que dejase atrás el conflicto familiar en pleno tsunami mediático por la emisión de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva'. Muchos han catalogado a la mujer de Antonio David Flores como oportunista y descarada, mientras que otros han dado la cara por la malagueña alegando que simplemente está hablando de su vida pero las circunstancias le han colocado de manera irremediable en el punto de mira.
Al escucharse de viva voz hablar abiertamente de Rocío Carrasco y Rocío Flores, la propia Olga Moreno entonaba el mea culpa entre lágrimas y pedía perdón a la hija de su marido: "Me van a matar", admitía dándose un puntito en la boca. Sin embargo, solo unas horas más tarde aprovechaba una conversación con sus compañeros para justificar sus comentarios.
"También es bueno soltar y desahogarse... Rocío (Flores) a mí me ama por estar tan pendiente de su hermano, pero podría haberle dado más besos y abrazos a ella", admitía. Tal y como desveló Marta López, Olga no se imagina ni por asomo el rumbo que ha tomado el testimonio de Rocío Carrasco y ella prefiere disfrutar de la aventura sin pensar demasiado en cómo habrá afectado la docuserie a su familia: "Cuando llegue estará todo mejor o peor y prefiero estar en stand by ahora para llegar y ayudar a mi gente...".
Olga Moreno ha lanzado una reflexión muy optimista al aire y es que tal y como Rocío Flores le adelantó, Honduras le cambiaría la vida para siempre: "Todo llega, todo puede pasar, siempre hay esperanza de todo".