Las imágenes de la recreación de Daniel Sancho (29 años) están dando la vuelta al mundo. 'Y ahora Sonsoles' ha ido mostrando, en exclusiva, cómo el hijo de Rodolfo Sancho (48 años) fue explicando de qué manera llevó a cabo el asesinato de Edwin Arrieta (44 años). En las imágenes de hoy, se aprecia como el chef se derrumba al ver el frigorífico donde metió al médico colombiano tras desmembrarlo, pero es después cuando ha sorprendido la actuación de la policía tailandesa.
Los investigadores le preguntan qué objetos compró y dónde los colocó. El hijo de Silvia Bronchalo (48 años) abre los armarios en que los guardo y es entonces cuando descubrimos que varios objetos que Daniel compró para el asesinato continuaban ahí. Concretamente, eran unos estropajos, dos trapos de limpieza y un cuchillo, que el propio chef específica que no uso.
Daniel Sancho señala los estropajos que compró
También, se produce un intercambio un tanto curioso entre el acusado y la policía. Cuando Daniel saca el cuchillo que compró, un agente le dice que puede sujetarlo, mientras que otro se lo quita rápidamente de las manos. Y es que, desde el principio de la recreación, Daniel no llevaba las esposas puestas.
En 'Y ahora Sonsoles' han comentado este momento y lo inusual que es que, tras una inspección ocular, esos materiales continúen allí. "No es normal que cuando se ha hecho una inspección ocular, en la recreación aparezca un arma blanca", han expresado los colaboradores de Sonsoles Ónega. Y es que, durante la primera revisión de la escena del crimen, los investigadores deberían haberse llevado todo "para analizar todo".
Daniel Sancho durante la recreación del crimen de Edwin Arrieta
El instante de la reconstrucción en el que Daniel Sancho se derrumba
Aunque durante toda la reconstrucción Daniel se muestra frío y tranquilo a la hora de narrar el horrible crimen, hay un momento en que el joven chef se derrumba y tiene que parar. Y ese instante es, ni más ni menos, cuando el nieto de 'Curro Jiménez' debe explicar cómo metió las bolsas con los restos de Edwin Arrieta en el frigorífico.
Daniel accede a la cocina, siguiendo a la traductora y la policía que le preguntan sobre ese paso del asesinato. El joven, sobrepasado, se sienta en uno de los taburetes de la isla de la cocina. Aunque señala la nevera, es incapaz de hablar ni de responder nada más. De hecho, se gira y apoya los codos sobre la mesa, sujetándose la cabeza con las manos.
Daniel tiene que tomarse un descanso al hablar de lo ocurrido.
Los investigadores parecen compadecerse de él al verle abatido. Uno de ellos le acaricia la espalda y otro le ofrece un vaso de agua. Nervioso, Daniel se vuelve a levantar y explica que ya ha contado cómo fue. La policía insiste en qué hizo después y él, estresado, responde rápidamente. "Fui al mar y volví, fui al mar y volví", repite.
La absoluta frialdad de Daniel Sancho al narrar el crimen
Narrar cómo se ha cometido un crimen, y más un crimen de este calibre, no es fácil. A pesar de eso, en las imágenes que 'Y ahora Sonsoles' ha mostrado en exclusiva se puede apreciar la absoluta frialdad y calma con la que Daniel cuenta los hechos. Un primer gesto que llama la atención al llegar a la habitación es que mira, serio y directamente, a la cámara que está grabando la recreación. Una mirada de la que no se puede extraer ninguna emoción, más que una gran tranquilidad.
Con una calma pasmosa, Sancho narra cómo discutieron Edwin y él y cómo se precipitaron los hechos. "Me levanté, él retrocedió hacia atrás y yo empecé a hablar más... gesticulando", ha dicho. Y fue entonces cuando Daniel he habría golpeado en la mandíbula, tumbando al cirujano.
Justo después, Daniel habría arrastrado a Arrieta al baño, donde aún seguiría vivo. Al intentar acercarse, el cirujano se habría resistido y habría sido entonces cuando lo mordió. "Él me agarró, me mordió. Yo lo levante del suelo y lo golpeé otra vez", ha relatado, haciendo el gesto de cómo cogió a Edwin por la cabeza y volvió a golpearlo contra el baño. "Todo estaba lleno de sangre", ha descrito Sancho.
Al parecer, el hijo de Rodolfo habría continuado arrastrando el cuerpo hasta la ducha y una vez allí abrió el agua para permitir que la sangre se diluyera. "Para que no se pegase y coagulase", especifica. Después habría degollado y desmembrado a Edwin y lo habría separado en varias bolsas.
Es en ese momento donde Daniel ha protagonizado un momento de tensión con la policía. Los investigadores le piden que recree cómo descuartizo a Arrieta, preguntándole si comenzó por la mano. Entonces, con la mirada muy seria y con un gesto tenso, Sancho pregunta: "¿Es realmente necesario?". Los policías parecen notar su cambio de actitud y acceder a dejar pasar esa información.