El lunes, mientras se observaba en el espejo, Nuria Marín hizo una reflexión que quiso compartirla con sus seguidores: "¡La vida es injusta! Con todo el deporte y dieta que hago y mirad qué cartucheras. ¿Me hago una lipo?”. Y ahí se lió la mundial.
Los seguidores de la presentadora de ‘Cazamariposas’ no entienden cómo teniendo un cuerpo normativamente aceptado tiene unos complejos que pretende liquidar a base de una operación estética. Para ellos, mensajes como el lanzado en las historias de Instagram, no harían más que generar más complejo y odio a un cuerpo sano. Ella no se que querido quedar callada y ha contestado muy seria a esos que la han dejado a los pies de los caballos. “Yo soy sincera. No os miento. No soy como esas famosas que están delgadas durmiendo ocho horas, ellas mienten”, venía a decir, cambiando la conversación hacia lo hipócrita que puede resultar esta sociedad que condena a aquellos que quieren cambiar algo de su cuerpo, y que, además, lo ocultan. “Se está diciendo que fomento que muchas chicas tengan inseguridad porque vendo una obsesión por el cuerpo perfecto. Os tengo que decir que creo que estáis equivocados. Lo que yo estoy haciendo es un ejercicio de sinceridad y honestidad”.
Para la presentadora no tiene mucha diferencia ponerse una ortodoncia o plantarse en la camilla de un cirujano. “Cuantas más cosas haya a nuestro alcance para mejorar y tener nuestra versión, mejor”, considera a través, de nuevo, de las historias de Instagram.
“Siempre me he cuidado, hago mucho deporte y los que me seguís ya lo sabéis. Y oye, que al final solo me quiero quitar 100 gramitos de cada cartuchera, que, como tengo la cintura tan estrecha, se me ven todavía más. ¡Hago lo que quiero con mi cuerpo! Si me quiero quitar las cartucheras, me las quito, como si me quiero inflar a donuts y ponerme más gorda", resume en su alegato.