El nuevo 'complemento' que luce Mario Casas es el 'anti-morbo' hecho tatuaje

El actor se ha marcado este gesto de 'colegueo' con uno de sus amigos pero nos preguntamos, ¿hacía falta?

Cada persona es ama y soberana de su cuerpo. Sin embargo, todos sabemos que los errores en forma de tatuaje se pagan caros cuando pasan unos años (y tampoco hace falta que pasen muchos). Un caso paradigmático es el 'Winona Forever' de Johnny Depp, arrepentido hasta la epidermis, y que acabó derivando en 'Wino Forever'. No todos somos Johnny ni tenemos una pareja que se llame Winona. Pero de igual forma, ahora y siempre, será una muy mala decisión inyectarse en la piel hadas, Piolines, princesas Disney y cualquier otra imagen por el estilo de la que una puede llegar a lamentar. Algunos utilizan la solución de hacerse el dibujo en una parte de su cuerpo que no sea susceptible de ser vista constantemente. Pero, lo dicho, cada persona es dueña de su cuerpo. Aunque, si eres un 'tattoo lover', la piel es limitada...

Uno de nuestros actores favoritos –y uno de los hombres más sexys y morbosos sobre la faz de la Tierra–, Mario Casas, nos ha dejado ojipláticos con el último 'complemento' que luce en su piel. Y nos ha sorprendido para mal. Es innegable que estilo no le falta, pero creemos que aquí ha patinado un poquito. Poquito, porque el nuevo tatuaje que luce es pequeño. Ahora un 'smile' sonriente adorna su hombro derecho. Justo en el lado opuesto en el que descansa el dibujo de una "mano cornuta".

El actor de 'El bar' no lucía ese 'smile' en junio cuando estuvo con sus hermanos disfrutando de unas paradisiacas vacaciones en la Riviera Maya. Por lo que todo indica que se lo realizó en julio, cuando estuvo pasando grandes momentos con sus amigos, entre Madrid y Barcelona. De hecho, es en una de las imágenes tomadas en Barcelona, que Mario lleva ya el mismo tatuaje que su amigo Michael. Casas se habría marcado este gesto como muestra de su profunda amistad. Y, viéndolo por el lado bueno, como Mario hay pocas personas que vivan la amistad de forma tan intensa como para llevarla inscrita en la piel.