Después de matricularse en una de las escuelas de moda más prestigiosas (y exclusivas) del mundo, Anita Matamoros ha vuelto a hacer un importante desembolso económico con una única finalidad: invertir en su futuro.
La hija de Kiko y Makoke no se mira el bolsillo cuando de lo que se trata es de tener el mejor contenido para sus seguidores y para las marcas con las que colabora (y han contribuido a que se compre este otro caprichazo). Por tanto, una de las primeras cosas que hizo cuando llegó a Málaga hace un par de días fue ir a una tienda especializada en fotografía y electrónica y hacerse con una de las mejores cámaras del mercado.
Ahora que lo que compra o deja de comprar la convierte en el centro de la polémica, aclaró el motivo que la había llevado a hacer semejante desembolso: “Hasta ahora todas las fotos las hacía con el móvil y quería una cámara con buena calidad y que, además, también la tuviera para grabar vídeo”. Matamoros decía que se la habían recomendado encarecidamente y que al final se animó a comprarla “porque estaba de oferta”. Esto último lo remarcó mucho, pues sabía que la polémica de su coche de lujo aún estaba reciente… Se trata de un aparato electrónico de la marca Sony por el que habría pagado entre 600 y 700 euros, si la compró en con objetivo (cosa que hizo) y con el que desea crecer como ‘influencer’.
Cuando solo hace unas horas que la tiene, ya le ha encontrado un inconveniente que, dada su profesión, resulta CRIMINAL. La cámara no posee pantalla espejo que le permita saber si, cuando se está haciendo un selfie o grabando un VLOG, la está enfocando a ella o al que está detrás. Un dulce con final amargo...