Si esto fuera 'MasterChef' y los 'looks' capilares un plato, el pelo platino sería una receta con 'rock and roll', como diría Jordi Cruz. Lanzarse al oxigenado, puede convertirse en el peor enemigo de una persona, pero también puede suponer la solución más rápida para expresar al mundo: rompo con todo lo establecido, aquí estoy yo y aquí están mis normas.
El pelo platino más reciente y famoso lo hemos visto en Penélope Cruz. No ha sido un capricho más de estrella con necesidad de empoderarse, sino una decisión por exigencias del guión de su primera serie de televisión desde que 'Pe' es toda una 'celebrity'. La oscarizada actriz se encuentra rodando la serie 'El asesinato de Gianni Versace: American Crime Story', donde interpreta a Donatella Versace. Su nuevo 'look' no es lo único que ha creado expectación de este rodaje, pues también comparte pantalla con Ricky Martin, que da vida a la pareja del diseñador.
Pero como esto va de pelos, no sabemos si a la mujer de Javier Bardem le habrá convencido el radical cambio y si acabará dejando su clásica melena ondulada y morena, que tanto hace suspirar a la mitad del Globo.
Apenas unos días antes, quien también nos sorprendía con una drástica decoloración de pelo era Blanca Suárez. Lo de ir de estreno con su nueva serie, 'Las chicas del cable', le ha dejado buen sabor de boca y también ha decidido estrenar 'look'. Blanca ha optado por unas marcadas raíces negras y, de la misma, forma, también ha querido mantener el color natural de sus perfiladas cejas. Así ha ganado un aire más desaliñado y desenfadado, que además le favorece mucho, nada que ver con Leticia Sabater, que ha hecho del pelo rubio y las raíces negras su santo y seña.
Quien también sumó puntos oxigenando su pelo fue Ana Fernández. Esta drástica decisión, casi coincidió en el tiempo con la superación de la muerte en 2015 de su pareja, el cámara Santi Trancho. Generalmente, se le atribuyen a los cambios de peinado ese poder revitalizador y la actriz (que ya estaba rehaciendo su vida con su actual pareja, Adrián Roma), parece que se vio beneficiada por ello.
Al otro lado del charco, las que más han impactado y generado más imitadoras han sido Taylor Swift y Kristen Stewart. Ambas decidían subir a la enésima potencia los tonos de su pelo para quitarse la etiqueta de chicas dulces que gritan ser rescatadas de mil peligros, y se convertían en las mujeres seguras y más acordes a su éxito que el que transmitían antes del platino.