Cuando el río suena, paquetes lleva. Era así el refrán, ¿no? Está claro que el 2018 le ha sentado muy bien a Pelayo Díaz. El estilista de Cámbiame se ha marchado a Río de Janeiro con su flamante y último novio, Andy, para pasar las gélidas Navidades en la playa. Que si unos cócteles, que si un chapuzón, vamos, lo suyo ha sido un fin de año tropical en toda regla. Y claro, tanto calor, tanto amor, al estilista se le ha descontrolado una importante parte de su anatomía... Con todos ustedes, el 'pelayón'. Aplausos.
Han sido unas Navidades un tanto agridulces para Pelayo Díaz. Por una parte, hay que reconocer que se lo ha pasado en grande compartiendo playa y carantoñas con su nueva pareja, Andy McDougall -ya se llaman a ellos mismos los 'pelandy'-. Pero claro, por otra parte, imposible pasar página sin recordar los momentos tan duros tras el fallecimiento de David Delfín. El diseñador fue más que una pareja para el estilista y siempre le tendrá presente.
El estilista ha querido dejar atrás un año complicado adentrándose en el 2018 con el optimismo por bandera. Nada de malos rollos ni de problema, solo felicidad, samba y broncearse al sol. Y para ello se ha llevado a su novio Andy con él. Ataviados con minúsculos bañadores, la pareja ha demostrado que lo suyo es amor del bueno y mucho gimnasio, que esos cuerpazos no se consiguen en casa comiendo roscón -¡ay!-. Está claro que los 'pelandy' no se andan con bobadas.
Tanta pasión han derrochado en sus vacaciones en Río de Janeiro que la cosa se les ha ido de las manos. Y por 'cosa' entiéndase una parte muy abultada de la anatomía del coach de Cámbiame. Gracias a las bondades de instagram, Andy nos ha descubierto el 'pelayón', el prominente paquete que guarda el estilista en la entrepierna. ¡Madre mía! ¡Virgen santa! Estamos que no sabemos ni qué decir...
La imagen, como no, se ha vuelto viral en redes y ahora ya todo el mundo habla sin parar del 'pelayón'. Si esto no es inaugurar la vuelta de vacaciones a lo grande...