Aunque Nuria Redruello le dijera que no en una ocasión al mismísimo Tom Ford –quien le pidió que acudiera a un desfile suyo para arreglar el pelo de su hijo como solo ella sabe hacerlo– no ha sido una maldición gitana del modisto lo que ha hecho fracasar su negocio. A pesar de contar con una gran campaña de publicidad llevada a cabo por su hijo Jon Kortajarena, la peluquería que Nuria había abierto en edificio que ocupa El Corte Inglés de Abando (Bilbao) no ha acabado de despegar.
A finales de abril, saltaba la noticia de que Nuria abría 'Solo para hombres' una peluquería y barbería con aires 'vintage', muy focalizada en la estética 'hipster' y que venía a renovar la oferta de peluquerías masculinas de la ciudad. Sin embargo, ocho meses después y una inversión de alrededor de 200.000 euros (con los que se habían comprado butacones a un precio de 3.000 euros), la estilista ha tenido que echar el cierre al negocio en el que había depositado muchas esperanzas y en el que había contado con el apoyo incondicional de su hijo Jon, según El Comercio.
El establecimiento se asentaba en el local que había ocupado la popular Kunen, una peluquería con una larga trayectoria y fama, que tuvo que echar el cierre en 2015, por el fallecimiento de su propietario. ¿Se tratará del inicio de una maldición digna de estudio de 'Cuarto Milenio? No pondríamos la mano en el fuego, pero parece que la verdadera razón podría haber sido que el concepto de barbería que vendía 'Solo para hombres' y el corte de pelo a 35 euros no ha acabado de convencer a los bilbaínos.
El modelo no dudó en apoyar a su madre en esta aventura empresarial y le hizo mucha publicidad a la única mujer por la que solo se deja tocar el tupé. Ésta no era la única incursión en el negocio del corte de pelo de Nuria, quien ya tenía desde hace 30 años el establecimiento Redruello Peluqueros, situado en el Casco Viejo de Bilbao.