Norma Duval pierde a su mayor referente. La madre de la vedette, María Purificación Aguilera ha fallecido a los 89 años por causas naturales dejando tanto a la artista, hermanos y nietos sumidos en un dolor insondable. Todos ellos se habían volcado en sus cuidados desde que hace once años le diagnosticaron Alzheimer. A pesar de los efectos de esta terrible enfermedad, María Purificación Aguilera se enfrentó a ella con serenidad y, sobre todo, sabiendo que contaba con el cariño ilimitado de su entorno íntimo. Ahora la pérdida de la matriarca supone un duro golpe para todos.
Este último periodo de la vida de María Purificación Aguilera, Norma Duval se había concentrado en atenderla y mimarla, compaginando sus cuidados con el resto de sus hermanos. "Cuidaré de mi madre hasta que se vaya", una declaración de intenciones que pronunciaba en 2016, y el tiempo ha demostrado que Norma no ha faltado a su palabra. La pandemia no lo ha puesto nada fácil, pues ha azotado a su entorno, dificultando la manera en la que se han coordinado para que a María Purificación no le faltara nada y estuviera atendida en todo momento.
La vedette desvelaba justo hace unas semanas que había estado ingresada en septiembre después de dar positivo en covid. Una situación que añadía dificultad dentro de un seno familiar con una persona dependiente en su día a día. Norma Duval, que ha sufrido graves secuelas a consecuencia del coronavirus, luchó para volver lo antes posible al lado de su madre. En su pensamiento, no podía permitirse desfallecer. Tenía que evitar a toda costa que su madre volviera a experimentar el dolor insoportable que supuso sobrevivir a su hija Carla Duval, que falleció de cáncer a los 45 años en 2010. Un golpe devastador en el peor momento de su vida y que precedió al diagnóstico de su Alzheimer.
A pesar de la delicada salud de su madre, Norma Duval se ha concentrado siempre en los momentos que aún podía disfrutar a su lado, como demuestra en una de sus últimas publicaciones en redes sociales por el Día de la Madre, cuando compartió un precioso retrato que el pintor Paco Navarro había realizado de ambas.