Carlos Baute y Astrid Klisans pasan un momento de gran angustia

Y otros famosos que sin sus animales no sabrían vivir

Astrid Klisans y Carlos Baute han atravesado uno de los momentos más angustiosos de sus vidas. La agonía se apoderó de ellos cuando se les escapó su mejor amiga, su perrita Haru. El matrimonio inundó las redes de fotos del animal y aportaban datos de dónde había sido vista por última vez, y animaban a todo aquel que se cruzara con ella que diera pistas a la Guardia Civil. Finalmente, y tras unas horas que les debieron parecer años, la perrina apareció y no sabemos quién se puso más feliz en el reencuentro, los humanos o el animal.

Y es que les podemos quitar la fama, los autógrafos, el reconocimiento, las películas, series o pasarelas. Sin todo esto nuestros famosos seguirían adelante, ¿pero qué pasaría si lo que les quitáramos fueran sus perros, sus mascotas, sus mejores amigos? Que, muy probablemente, se nos tirarían a la yugular. Y con razón. La vida sin tener al lado un compañero fiel, un aliado incondicional, no es lo mismo. Y mucho menos cuando ya no sabes vivir sin sus recibimientos cuando llegas a casa, esos lametones que te despiertan cada mañana o los paseítos juntos, esos que hacen que te sacudas la pereza y que feliz veas cómo se relaciona con otros de su misma especie. Algo que se te suele olvidar. Sí, aunque no te creas, él es un cánido.

Los famosos sienten devoción por sus mascotas. Los fotografían de manera compulsiva y son los protagonistas de sus redes. Sus gracias acumulan miles de ‘likes’ y los comentarios que los llaman ‘monadas’, ‘ricuras’ o que amenazan 'con comérselos', son legión. Estas criaturas se han convertido en las nuevas celebridades peludas y gozan de una fama (casi tan grande) como la de sus dueños. Pero eso sí, ellos son mucho más discretos. No saben de escándalos, son más tranquilos y solo les importa una cosa: que los quieran. Con ese poquito, ellos se convierten en las criaturas más felices del planeta.

Tanto cariño demuestran algunos por ellos que, llegada la hora de su partida, y ante el terror que esto les provoca, no dudan utilizar los últimos avances científicos ¡y clonar! Sí, lo han hecho la diseñadora Diane Von Fürstenberg con su querida Shannon, un animal que lleva en su familia muchos años y que ahora cuenta con dos clones en el mundo, como si fueran dos ovejas Dolly. Para tener réplicas de la Shannon original, se ha dicho que la modista y su marido han invertido una gran suma de dinero, pero todo es poco para los beneficios que le reporta la perrilla.

Las celebridades se desviven por sus perros y estos se lo recompensan con creces. Y es que, ¿quién podría resistirse a miradas como las que pueblan la galería que os hemos preparado?