Niedziela ha dado el juego que ha dado en Gran Hermano 16. Para algunos ha sido mucho, para otros poco. Hay quien la tacha de ‘mueble’ porque no ha tenido conflictos en la casa, y hay quien se ha rendido a la rueda del monociclo de esta artista circense gracias a su ternura. Opiniones para todos los gustos. Pero no nos negaréis que la joven, tercera finalista, ha tenido una de las salidas y posteriores entrevistas más surrealistas de cuantas hemos visto.
Mientras al resto de sus compañeros les han puesto vídeos de sus peleas, acuchillajes a la espalda y demás, a ella no han podido sacarle este tipo de material. Solo tuvo encontronazos con Vera al que dijo que no lo quería de la misma manera que él a ella, y con Ricky, de quien dijo que aportó alegría y luz a la casa. Aunque le atrajo en un principio, pronto se le pasó el enamoramiento ya que él solo quería “hablar del acto”, y claro, una persona que dice “acto”, pues como que estos temas la ponen un pelín nerviosa… quizás si el canario no hubiera sido tan directo y sexual, tendríamos una nueva pareja. Pero la historia es la que es.
Nied ha vivido en la casa sin enterarse de nada. Ha aguantado hasta el penúltimo día y no se ha enterado que Han y Aritz llevaban metiéndose mano desde las primeras semanas. “Con razón me ha dicho hoy Aritz que Han le hacía cosquillas en el vello púbico”. “Han hecho cosillas, no el acto”, aseguraba, dando la versión para todos los públicos del pseudo-romance que han vivido los dos compañeros, pensando que lo suyo había arrancado en la última semana.
Ha estado brillante con la Milá. De todas las entrevistas, esta nos ha parecido cargada de diversión, gracia y naturalidad; sin interpretar un papel y sin buscar el aplauso. Bueno, mentimos, sí lo buscaba. Lo buscaba cuando se ponía a cantar porque Mercedes le comentaba que toda la audiencia queríamos deleitarnos con su portentosa voz. Y ella flipaba. Alucinaba porque de verdad se pensaba que lo estaba cantando nivel Whitney Houston y no nivel Nied, con más gallos que un corral. Pero ahí que se lanzaba ella, por Eurosivisión y todos su fans, y se ponía a cantar (coreografía incluida) los temas que le pedía la entregada audiencia. Adorable. Y, probablemente, cuando se entere que no lo hace tan bien como piensa, no se picará, se reirá y limitará a taparse esos ojos que tan bien enmarca con el eyeliner más gatuno. Bravo Nied. Nos has ganado, aunque haya sido fuera del concurso.