Está en uno de los programas más ácidos y desenfadados de la televisión, ‘Cazamariposas’ (Telecinco y Divinity), el programa azote de los famosos. A Nando Escribano (28) lo conocemos delante de las cámaras por su perfil más alegre. Sin embargo, fuera de los platós, durante los últimos cinco años, su vida ha sufrido un duro revés tras otro. En esta desgarradora entrevista para Lecturas nos cuenta cómo en tan poco tiempo el cáncer ha golpeado los tres pilares de su vida: su hermano, su padre y su madre. Estos dos últimos, tristemente, han fallecido.
Todo lo que ha cambiado en tu vida, ¿te ha llevado a plantearte deseos de futuro?
Ya han pasado tres años [en ‘Cazamariposas’] y en el momento en que mis jefes crean que pueda hacer otra cosa, si lo puedo compaginar, sería fantástico. Me encantaría presentar un reality. Y hasta salir en ‘Las Campos’ para colarle el cacao en la leche a Terelu. Igualmente, he dejado de creer en los deseos, porque con todo lo que me ha pasado últimamente he perdido esa parte más de niño. Antes veía estrellas fugaces y pedía deseos, y ahora me cago en ellas. Les he pedido tantas veces cosas que no me han pasado…
Estos últimos años han sido especialmente duros para ti.
Han estado marcados cada uno de ellos por un drama distinto. Empezó todo con el cáncer de mi hermano Luis. Tenía 30 años cuando se lo diagnosticaron y fue muy complicado, porque todo iba muy rápido. Aun así, consiguió superarlo. Cuando pasó todo, entonces se lo detectaron a mi padre. Por aquella época, yo tenía 25 y, aun siendo muy consciente de todo lo que pasaba, mi madre siempre intentó protegerme y que me quedara al margen para que no viera a mi padre sufrir. Entre todos me tenían engañado.
Podrás leer la entrevista completa en la revista Lecturas