Muere el padre de Bertín Osborne, Enrique Ortiz López-Valdemoro, a los 96 años

Enrique Ortiz López-Valdemoro, padre de Bertín Osborne, falleció el pasado viernes 18 de octubre a los 96 años de edad.

Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 21 de octubre de 2024, 13:07

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Bertín Osborne (69 años) no levanta cabeza. Solo unas semanas después de perder a uno de sus mejores amigos y en medio de su delicado estado de salud, el artista ha tenido que hacer frente a la pérdida de su padre, Enrique Ortiz López-Valdemoro a los 96 años. Tal y como ha podido confirmar el periódico 'El Debate', el aristócrata falleció el pasado viernes, 18 de octubre, en Madrid pero no ha sido hasta ahora cuando la noticia ha trascendido a los medios. 

Según ha asegurado el citado medio, los restos mortales de Enrique Ortiz fueron incinerados en la más estricta intimidad en el tanatorio de La Paz (Madrid), un adiós muy discreto, tal y como era él. Enrique ostentaba los títulos de VIII conde de Donadío de Casasola, título que pasará automáticamente a Bertín, su primogénito y único hijo varón. 

En 2023, Enrique sufrió un importante bache de salud del que, afortunadamente, consiguió reponerse. Y desde entonces, tanto Bertín como sus tres hermanas: María Teresa, Marta y María de la Luz, han estado muy pendientes de su padre en los últimos tiempos hasta que este viernes Enrique daba ese último suspiro rodeado de sus hijos y seres queridos. Un triste adiós que les ha dejado desolados y completamente huérfanos. 

 

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La despedida silenciosa de Enrique refleja la discreción con la que siempre ha llevado su vida a pesar de ser padre de uno de los artistas más populares de nuestro país. 

Por el momento, no han trascendido las causas de su muerte y ni Bertín ni ningún miembro de la familia se ha pronunciado al respecto. No obstante, su marcha ha dejado en su familia y amigos íntimos un vacío irreparable.

La relación de idas y venidas de Bertín Osborne con su padre

Aunque en los últimos años Bertín presumía del fuerte vínculo que mantenía con su padre, no siempre fue así. Tanto, que Enrique no quiso asistir a la boda de su hijo con Sandra Domecq. "Él era superestricto y yo era muy disperso y un loco peligroso (...) Dice que no le invité, pero a los padres no hace falta invitarles", dijo el cantante en el programa 'Mi casa es la tuya' al recordar esta sonada ausencia en un día tan señalado para él.

Bertín siempre ha hablado con orgullo de su padre, de quien heredó su pasión por la música. "Mi padre me martirizaba con las rancheras. Las cantaba a grito 'pelao' y se me quedó. Él pensaba que era Pavarotti pero era una cosa lamentable. Era un loco de las rancheras", reconocía entre risas en una entrevista con Carlos Herrera. Las mujeres también ha sido algo que ha unido a padre e hijo. "Mi padre tiene más años que un bosque, pero sigue igual de cachondo y tiene novia", reconocía hace algunos años con su habitual sentido del humor.

De él siempre ha dicho que fue un hombre "muy estricto". "Me dio buena educación y poco dinero, que es lo que tienen que hacer los padres. Una vez me hicieron un test y di coeficiente alto, y me dijo: 'Con arreglo a esto, te voy a exigir'. Si sacaba menos de un siete, castigo. Salía solo para entrenar. Cuando me liberé de aquello, me convertí en una especie de salvaje", recordaba en una sincera entrevista a 'El País'.

"Hasta los 14 años lo hacía todo muy bien. Pero descubrí la vida...", reconocía. "El deporte me ha salvado. Mi padre me obligaba a jugar al tenis, pero a mí me gustaba más el fútbol. Ahora juego al pádel", contaba. "Soy disfrutón más que vividor. Como mi padre", apuntaba divertido. Y es que aunque durante su adolescencia su relación fue muy complicada, con el paso de los años Bertín entendió que era mucho más parecido a su padre de lo que él pensaba. 

 

 

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