Concha Velasco siempre será nuestra 'chica ye-yé'. La artista de energía incansable y talento capaz de iluminar los corazones en penumbra ha fallecido a los XX años dejando atrás una intensa vida dedicada a la interpretación pero, sobre todo, a entretener al público fuera cual fuera el medio. Nos enamoró desde la pantalla grande, y también la pequeña, con su inmensa sonrisa arrebatadora. Nos contagió su vitalidad y su alegría con su voz poderosa. Como decía Jorge Javier Vázquez en su blog de Lecturas, "no había quien la tosiera" en cualquier proyecto en el que se embarcara. Ha vivido mil etapas profesionales, todas exitosas. Marcó cátedra como 'show woman' televisiva, y vivió una madurez brillante en la ficción, pero sobre todo como una de las grandes damas que ha dado el teatro. 

Su vida también ha estado marcada por las relaciones poliédricas, llenas de aristas, como las que vivió con su gran amor Paco Marsó, pero también con Fernando Arribas y Juan Diego. Sufrió en lo sentimental, un terreno que también le dio muchas satisfacciones personales, orgullosa de sus hijos, Manuel y Paco, y mostrando un cariño más allá de la muerte por su nieto.