Duro y prepotente. Así se ha calificado Rodolfo Sancho (48 años) después de su primera visita a su hijo Daniel (29 años). Superado por la situación vivida dentro de la prisión, el actor se mostraba visiblemente enfadado ante los medios. “No estoy llorando por los suelos, ese no soy yo”, aseguraba desafiante a los periodistas que esperaban a las puertas del centro penitenciario. Una actitud que ha corregido en poco más de veinticuatro horas. Sancho ha querido disculparse y retroceder. El actor ha desvelado, además, qué hizo que terminarse ofreciendo una declaraciones así. Todo lo hace por su hijo Daniel.
“Sabéis que siempre he tenido una sonrisa para vosotros, es un momento duro y complicado”, explicaba este jueves el actor ante las cámaras. Sancho cambiaba de registro y ofrecía una imagen mucho más cercana a la que nos tiene acostumbrados. Sincero y algo nervioso, reconocía que la situación vivida con su hijo, a quien pudo ver por primera vez desde que fue detenido como acusado del crimen de Edwin Arrieta, no fue fácil. Algo completamente lógico y entendible.
A diferencia de su expareja, Silvia Bronchalo, que esperó a dirigirse a los medios a sus segunda visita a su hijo -ya más tranquila y con la situación algo más asumida-, Sancho quiso hablar en cuanto pisó Koh Samui. La expectación era máxima y resultaba complicado mantener un silencio después de varias semanas de investigación.
El motivo detrás del cambio de Rodolfo Sancho
“Quiero que se entienda que esto es un mecanismo que yo uso para sentirme firme y fuerte, para ayudar a mi hijo”, apuntaba el actor en su segunda comparecencia. Rodolfo Sancho se escudaba detrás de una imagen más dura y desafiante, unas palabras tajantes ante los medios, que pocos comprendieron. Era su mecanismo de defensa después de haber vivido, posiblemente, uno de los momentos más duros de su vida. Ver a su hijo en prisión, a través de un cristal, y tener que recrear todo lo ocurrido en Tailandia desde la detención del joven.
Sancho se vio sobrepasado y así lo acabó demostrando. También le ocurrió a su expareja. Aunque no ofreció declaraciones en ese momento, sí trascendió a los medios que el primer encuentro entre madre e hijo no terminó bien. Un ataque de ansiedad de Daniel Sancho hizo que las autoridades de la prisión tuviesen que intervenir y cortar el rencuentro antes de lo previsto. El joven no podía ni articular palabra, tampoco su madre. Bronchalo abandonó las instalaciones y se refugió en el taxi que le había llevado hasta la prisión.
Por el momento, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo no se han dejado ver en público juntos. El actor acude hasta la prisión de Koh Samui junto a su equipo de abogados. Son ellos los que también han atendido a los medios y han ofrecido explicaciones más detalladas sobre el objetivo de la defensa y las actuaciones que tienen previstas. Parece que el actor podría abandonar Tailandia este mismo sábado.
La defensa de Daniel Sancho toma las riendas en Tailandia
Es evidente que la llegada de Marcos García Montes a la defensa de Daniel Sancho ha hecho que todo cambie. Si hasta ahora, todo parecía recaer en el abogado tailandés del hijo de Rodolfo Sancho, y en los portavoces de la familia, ahora la influencia del letrado se deja notar. Así ya se reflejaba en la aparición del actor ante los medios a su llegada a Tailandia. Sancho comunicaba, papel en mano, sus primeras impresiones y seguía un guion claro y directo.
También la relación con los medios ha cambiado. Marcos García Montes, el abogado de Daniel, comparecía ante las prensa en Koh Samui y explicaba la situación en la que se encuentra el caso y cuáles van a ser sus próximos pasos. La experiencia internacional del letrado es amplia y, sin duda, clave para la defensa del hijo de Rodolfo Sancho.