Todo por verte sonreír. El amor parecía reinar tras la aparición, por sorpresa, de Luis Gasset durante la emisión de ‘Lazos de sangre’. El programa dedicaba su espacio a la figura de Agatha Ruiz de la Prada, algo que, sin duda, había emocionado a la diseñadora. Feliz y sonriente, Agatha se encontraba con su actual pareja, ramo de flores, en mano y se quedaba sin habla. ¡Qué sorpresón! Nervioso, Gasset llegaba a pronunciar algunas palabras pero no era todo tan estupendo como parecía. Tal y como ha podido saber ‘Lecturas’, a la diseñadora no le hizo ninguna gracia que su novio diese un paso adelante y el espacio organizase esta visita inesperada…
“No podía quedarme sin ver el programa”. Luis Gasset se convertía en la atracción inesperada de ‘Lazos de sangre’. El programa que conduce Boris Izaguirre dedicaba su episodio semanal a Agatha Ruiz de la Prada y su novio hacía acto de presencia sin que la diseñadora supiese nada. Muy sorprendida, Agatha se quedaba alucinada con este gesto del empresario. Pero, ¿cómo se había gestado? Y sobre todo, ¿qué pasó por la cabeza de la diseñadora? Tal y como ha podido conocer ‘Lecturas’, a Agatha no le hizo ninguna gracia que su novio estuviese en el programa. La diseñadora no sabía absolutamente nada de esta visita y, al encontrarse con Gasset, todo se tambaleó. “Se mosqueó con la sorpresa del novio”, explican a esta revista.
Según ha podido saber esta publicación, el cometido de Gasset era únicamente entrar en el plató con un ramo de rosas y salir junto a Agatha para ver el documental. Muy nervioso, el novio de la diseñadora estuvo interrogando al equipo por todo lo que tenía que hacer, cada uno de los movimientos en plano. “Le gustaba la idea de salir en pantalla”, confiesan a ‘Lecturas’. Gasset no se quedó corto en exigencias. Tal y como cuentan a esta revista, fue Susana Uribarri quién se encargó no solo de buscar el ramo, sino también de organizar todo lo que Gasset pidió en su camerino mientras esperaba.
Finalmente, parece que, una vez asumida la sorpresa, la sangre no llegó al río. Agatha y Luis, visiblemente enamorados, abandonaron el set para asistir a la gran noche de la diseñadora. Desde luego, nada que el amor no calme. Ni siquiera un ‘mosqueo’.