30 días de calvario que ya empiezan a pesar, sobre todo emocionalmente, a Anabel Pantoja, quien ya no disimula su nerviosismo. Hace un mes exacto, el Tribunal Superior de Canarias anunciaba que la influencer y su pareja, David Rodríguez, estaban siendo investigados por presunto maltrato infantil.
Desde entonces, la jueza encargada del caso ha estado recabando todas las pruebas necesarias para conocer la verdad de los hechos, puesto que las versiones de Anabel y David no casaban con las lesiones que presentaba la pequeña, que fue hospitalizada el pasado 10 de enero y que no recibió el alta hasta el 27 del mismo mes.
La preocupación por la salud de la menor fue absoluta. El primer fin de semana de hospitalización, la familia recibió multitud de visitas, alertados por la situación. Hasta Gran Canaria se trasladaron los primos de Anabel, Isa y Kiko Rivera, su tía Isabel Pantoja e infinidad de amistades cercanas, tales como Belén Esteban o Susana Molina. Fueron semanas de profunda angustia, pero, poco a poco, la bebé fue mejorando. Ahora es determinante conocer qué pasó en los días previos y, sobre todo, cuál es la evolución de la bebé.
Testimonios, grabaciones y dos pruebas médicas
En este mes de incertidumbre, la jueza empezó su investigación solicitando los testimonios más importantes, los de los dos progenitores. Anabel Pantoja y David Rodríguez acudieron a testificar el lunes 27, y lo hicieron por separado y en horas distintas. No fue hasta una vez hubieron cumplido con la justicia cuando pudieron llevarse su bebé a casa. Empezando una nueva vida, sí, pero también, un calvario en el que el foco ha estado puesto en ellos.
Además de los testimonios de los padres y de las personas cercanas que estuvieron junto a la bebé ese día, desde el juzgado se ha solicitado como pruebas unas grabaciones y dos pruebas médicas que se le han realizado a la niña en las últimas semanas.
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En la versión que ofrecieron Anabel y David a la jueza, los padres contaron que, estando en el parking de un centro comercial de Gran Canaria, la pequeña sufrió una crisis y, durante esta, David le habría practicado alguna maniobra. En ese momento, y todo según el relato ofrecido, Anabel estaba fuera del vehículo, haciendo unas compras, mientras que su chico y su hija permanecían en el interior.
Supuestamente, las cámaras del parking podrían haber captado lo que ocurrió, pero, tal y como apuntaba el juez Taín, estas suelen ser poco claras, puesto que enfocan a un aparcamiento muy grande y es muy complicado conocer qué pasa dentro de un coche. De ahí que las pruebas médicas hayan ganado más peso en la investigación.
Un examen crucial que ya está en manos de la jueza
Cuando la menor recibió el alta hospitalaria, regresó a casa con una serie de citas médicas de obligado cumplimiento. La primera de estas tuvo lugar el 5 de febrero, y a la que acudieron, únicamente, la bebé, su madre y su abuela. Dos semanas más tarde, tenía la siguiente y esta, tal y como aseguró el periodista Antonio Rossi “era crucial”.
Sin entrar en detalles que comprometan la privacidad de la niña, en este examen, que fue de lo más pormenorizado y duró 4 horas, se valoró la evolución de las lesiones y las posibles secuelas. Este control, que se llevó a cabo el martes 18 de febrero, y al que sí que acudieron tanto Anabel como David, debía presentarse en el juzgado como prueba definitoria y, a día de hoy, la jueza ya la tiene en su poder.
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La magistrada no ha solicitado más pruebas. Esta es la última y definitiva para saber qué camino debe seguir a partir de ahora, si la investigación continúa abierta y se procede a un juicio; o si, por el contrario, se archiva. De este modo, acabaría la pesadilla para los padres.
El motivo del atropellado viaje de Anabel Pantoja y David
Tal y como apuntaba Antonio Rossi en ‘Vamos a ver’, la próxima semana será crucial para la investigación. Llegados a este punto, la magistrada tendrá que tomar una decisión y basándose en esta, elegir.
En las mejores circunstancias, la causa judicial se archivaría y Anabel Pantoja y David Rodríguez podrían retomar su normalidad. Pero, si ocurriese lo contrario y fueran a juicio, los padres parecen estar preparados para ello.
Anabel Pantoja y David Rodríguez han estado asesorados desde el principio por dos equipos de abogados, ya que su defensa se ha establecido por separado y, de ningún modo, conjunta. De hecho, el viaje, primero a Sevilla y después a Córdoba, tenía como finalidad armar la defensa de David, reuniéndose con los letrados de este.
Otro de los motivos de este viaje a Córdoba está relacionado con el informe médico paralelo que se está elaborando por profesionales que apoyarían la versión del fisioterapeuta. Una ayuda que le llega gracias a Mariló de la Rubia, jefa de la clínica en la que trabaja David, y que, desde el primer momento, se ha volcado en ayudarle y en construir una defensa sólida que juegue a su favor.