Tamara Falcó (41 años) e Iñigo Onieva (33 años) son ahora mismo una pareja al alza, de eso no cabe duda. Tras su noviazgo inicial, su compromiso, la sonada ruptura causada por una mediática infidelidad, la cancelación de los planes de boda, la reconciliación navideña y la nueva fecha de enlace, a esta historia no le falta un solo ingrediente que pudiera hacerla más apetecible. Sin embargo, ellos se muestran ajenos a todo cuanto ocurre a su alrededor y están centrados en los preparativos de su boda y de su fiesta de compromiso que tendrá lugar este mismo sábado día 22.
Hay muchos detalles del esperado día B que ya hemos conocido: el lugar de la celebración, parte de la lista de invitados, la Iglesia, las diseñadoras del vestido de novia… pero hay algo, que marcará el futuro del matrimonio de lo que todavía apenas se ha hablado, el régimen en que se casaran. Por ahora no ha trascendido si firmaran separación de bienes antes del ‘sí, quiero’ o si por el contrario se ceñirán a los bienes gananciales. Un detalle sin duda importante puesto que, aunque resulta evidente que Iñigo y su familia no pasan necesidades, la posición económica de Tamara es más elevada, y eso ha llevado a que muchas personas opinaran desde el día en que se conoció la relación, y con más ahínco tras la infidelidad, que a él le movía más el interés que el amor.
Pero, ¿qué es lo que hay en juego? Lecturas tiene todos los datos. Tamara es propietaria del El Rincón, el palacio ubicado en Aldea del Fresno, a las afueras de Madrid, se trata de un lugar con mucha historia, que se construyó en tiempos de Alfonso XIII, y del que ella heredó una parte al morir su padre y logró hacerse con la mitad porque junto a su hermano Manolo Falcó, compró lo que les correspondía a sus otros hermanos Xandra, Duarte y Aldara. La propiedad está valorada en 7 millones de euros, que es la cifra por la que se dijo que la marquesa la había puesto a la venta cuando todo indicaba que finalmente no habría boda.
También es propietaria de un ático situado en la exclusiva urbanización madrileña de Puerta de Hierro, donde siempre ha vivido su madre. Se trata de una nueva construcción, en la que ella ha ido tomando las decisiones para ponerlo todo a su gusto y que consta de 186 metros cuadrados, cuatro habitaciones, tres baños, dos terrazas, una de ellas con piscina privada, y acabados de primerísima calidad. Hace casi dos años que ella decidió invertir en este inmueble tras ver el piloto, y todo indica que después de la boda, los recién casados se mudarán a este nuevo espacio donde ella dice que: “me veo viviendo en un futuro con mi familia ya que posee todas las facilidades y servicios. Además, está cerca de mi madre algo que me hace especial ilusión”.
Al margen de sus propiedades, ya sean de nueva adquisición o heredadas, Tamara Falcó tiene varias fuentes de ingresos, la primera de ellas es su propia imagen y el interés que genera todo lo que hace, su cuenta de Instagram también es un gran reclamo, aunque lo cierto es que no son demasiadas las campañas publicitarias que hace teniendo en cuenta que con más de un millón y medio de seguidores podría dar visibilidad a muchas más marcas. Algo que quizá no le interesa porque para ella no es una necesidad y porque tiene la suya propia ‘TFP by Tamara Falcó’ desde la que presenta sus diseños propios, los últimos años para Pedro del Hierro.
Tamara tiene su propia empresa
Su faceta como diseñadora y su propia imagen la gestiona desde la única sociedad que tiene dada de alta desde 2009 ‘Gypset Living SL’, de la que ella es administradora única desde el comienzo de la actividad. Domiciliada en la famosa ‘Villa Meona’, la casa familiar, y dedicada a “La representación de profesionales vinculados a alguna de las actividades referidas a este artículo, así como la gestión de todos sus derechos, incluidos a título enunciativo y no limitativo los derivados de la facultad de explotación comercial y publicitaria”, no se puede decir que vaya viento en popa. Las últimas cuentas presentadas que se pueden consultar pertenecen al año 2020, en ese ejercicio Tamara sufrió pérdidas de casi 11.000 euros, aunque la empresa seguía contando con un total activo de 130.000. Lo cierto es que, aunque los años anteriores tampoco habían logrado cifras millonarias, las del 2020 hay que analizarlas teniendo en cuenta el parón sufrido en casi todos los sectores por la pandemia de la Covid-19, incluido el de la moda y la publicidad.
Los dos negocios de Iñigo Onieva
Iñigo Onieva, por su parte, también se había iniciado en el mundo de los negocios antes de conocer a Tamara. En 2019 junto a su hermano Jaime creó ‘Rockit Experiences SL’, dedicada al “comercio al por mayor de ordenadores, equipos periféricos y programas informáticos” y en la que poco a poco fue delegando puesto que ese no era su terreno laboral. En aquel momento él llevaba algunos años abriéndose camino en el sector del diseño automovilístico habiendo trabajado para Seat y Zagato.
Pero después todo cambió y el mundo de la comunicación y la promoción le brindó algunas oportunidades, como la de convertirse en Business Development Director de Mabel Hospitality, una filial de Mabel Capital, una compañía dedicada a las inversiones cuyos propietarios son Rafa Nadal, Abel Matutes Prats y Manuel Campos Guallar. A esto le añadió la promoción de la sala de fiestas ‘Lula Club’, y el puesto como director artístico de WOW Concept, empresa dedicada al diseño digital de lujo.
Sin duda en los últimos años ha engrosado su curriculum y ha vivido grandes experiencias laborales, quizá por eso la idea de dar de alta una sociedad propia, lo hizo en febrero de 2020, bajo el nombre ‘Meva Hospitality SL’ junto a uno de sus amigos de toda la vida. La empresa está dedicada “la explotación de salas de baile y discotecas, restauración, hostelería, organización de eventos e intermediación del comercio de productos diversos”, por ahora se desconoce cual es el fin de haber dado este paso, aunque durante un tiempo se comentó que sería la plataforma para poner en marcha el restaurante que Tamara quiere abrir en ‘El Rincón’, pero ninguno de ellos llegó a confirmarlo y a dos meses de la boda parece poco probable que vayan a embarcarse en esa esa aventura.
Lo que es indiscutible es que ambos tienen proyectos y proyección, ganas de crecer en el terreno laboral y oportunidades para hacerlo. Sin embargo, en este momento, su relación, su boda y sus planes de futuro juntos, en los que parecen que tienen cabida los bebés, son la prioridad absoluta. Del resto, como diría Tamara, ‘Dios dirá’.