El pasado 19 de octubre, Miguel Bosé y Nacho Palau se veían las caras en el juzgado de Pozuelo de Alarcón (Madrid), en un juicio por la filiación de los cuatro hijos que tuvieron durante su relación: Tadeo, Diego, Ivo y Telmo -los primeros hijos biológicos del cantante y los segundos, con siete meses de diferencia, del valenciano-. El escultor solicitaba que se reconociera a los cuatro pequeños como hermanos, por lo que deberían crecer y criarse juntos, sin distinciones.

Miguél Bosé era tajante, no reconocía a los hijos de Nacho Palau como propios. Su intención era que los cuatro niños vivan juntos pero que no se declare la filiación entre todos.