¿Quién acecha a Miguel Bosé en su propia casa? ¿Quién se esconde detrás de esa máscara terrorífica de payaso asesino? Su vida en México, el enorme océano que le separa del polvorín que hay generado en nuestro país alrededor de su expareja Nacho Palau, parecen formar una barrera irrompible que le protege de los problemas. La vida de Bosé da la sensación de que transcurre al margen de la lucha judicial que ha emprendido el arquitecto valenciano por sus hijos. Así queda patente en el último e inquietante vídeo que el cantante ha compartido desde sus redes sociales.
El intérprete de 'Amante bandido' regalaba a sus fans un directo desde Facebook desde donde ha respondido a las preguntas más dispares que le han formulado. Una de ellas versaba sobre si cree o no en fantasmas y si ha tenido alguna experiencia paranormal. Con sentido del humor, la ha abordado contando con una inquietante colaboración. Y parece que es uno de sus hijos.
Una figura con una máscara permanece totalmente inmóvil al fondo de la estancia, sin que Miguel sea consciente. "Una mano que te toca así, una sombra, una luz que pasa. Creo que es posible, sí. ¡Buf! Me ha dado un escalofrío. No me gusta mucho ese tema", afirma mientras tanto mirando a cámara y pasando a otra pregunta.
El artista ha confirmado las especulaciones que le describen como una persona tremendamente celosa con su vida personal y, en concreto, con todo lo referente a sus hijos. La posibilidad de que pueda aparecer uno de ellos en una de sus publicaciones podría interpretarse como su voluntad a mostrarse más abierto a propósito de estos temas.
Miguel Bosé lleva instalado en México desde hace unos meses, donde vive con una de las parejas de mellizos que cuidaba y criaba con Nacho Palau. El arquitecto vive con los otros dos hijos de la pareja en Valencia, situación que ha generado una gran tensión entre ellos a raíz de su controvertida separación tras veintiséis años de relación.