2019 no va a ser un año sencillo para Miguel Bosé. El cantante, tras el boom mediático de su separación del arquitecto Nacho Palau después de más de 20 años juntos, debería enfrentarse a un futuro judicial que no parece sencillo. Su expareja está dispuesta a llegar hasta la última instancia por el bienestar de sus cuatro hijos -y también de sus derechos laborales al haber estado contratado, según él, en empresas del cantante-. Mientras tanto, Bosé se refugia en su familia y lanza un extraño mensaje…
Nunca antes se había prodigado tanto. Miguel Bosé se encuentra en una situación difícil. El cantante, siempre muy celoso de su intimidad, ha visto como sus trapos sucios se aireaban diariamente tras la noticia de su separación de Nacho Palau. Pese a que la opinión pública no sabía nada de esta relación, el cantante y el arquitecto llevaban juntos 26 años. Un giro radical que tiene viso de terminar en el juzgado.
Bosé, lejos de pronunciarse acerca de nada de lo que ocurre en su vida, trata de recuperar la rutina profesional. Rodeado de rumores que afectan a su salud -su aspecto y su voz han levantado todo tipo de alertas-, el cantante utiliza su perfil de instagram para transmitir una aparente normalidad. De hecho, incluso se ha animado a compartir un vídeo paseando con sus hijos y su madre.
“Y mañana vuelta al cole, vuelta al trabajo”, cuenta el cantante en su último vídeo. “Han sido unas vacaciones fantásticas, pero se acabaron, como todo. Empezareis a recibir noticias de lo que estoy haciendo, lo que va a llegar a nivel profesional”. Bosé ha decidido centrarse en su trabajo en estos tiempos tan convulsos. “Gracias por todo y ahí seguimos”, asegura con poca convicción.