El mundo de cine está de luto, pero si hay alguien que estará viviendo estos días con una especial y lógica tristeza por el fallecimiento de Sean Connery, esa es su viuda, la pintora Micheline Roquebrune, con la que llevaba 45 años de feliz matrimonio.

Micheline ha hablado con el rotativo ingés Daily Mail y ha desvelado que el actor escocés padecía demencia en sus últimos años. Ella estuvo a su lado en todo momento, sin separarse de él, pero consciente de que esa demencia había anulado por completo al hombre del que se enamoró. "Esa no es vida para él. Últimamente, no era capaz siquiera de expresarse".