Atrás quedaron los días en los que Toñi Salazar (49) enjuagaba sus lágrimas al enfrentarse a los peores momentos de su vida.
Su hijo Borja –nacido de su relación con Pedro Rilo- fue acusado de intento de homicidio a finales de 2010. Al joven le señalaron como autor responsable de una violenta agresión en un local de Madrid que acabó con una víctima en el hospital, con una profunda herida en el cuello, y con Borja entre rejas. En la cárcel de Soto del Real (Madrid) pasó unos días hasta que fue puesto en libertad con cargos.
Toñi luchó como una leona por demostrar la inocencia de su hijo, en la que creyó desde el principio. Mucho dinero invertido y muchas noches en vela han dado por fin el fruto esperado ya que la cantante ha recibido con alivio la sentencia que absuelve a su hijo. “Es la mayor alegría que me han dado este año. La justicia hace su papel, pero Dios es tan justo que, a la gente buena le da lo que se merece y mi hijo es un ángel”, asegura.
Esta noticia le llega cuando está viviendo el mejor momento de su vida. Su relación con el cántabro Roberto Liaño (40) está más que consolidada, y se encuentra a punto de grabar un nuevo single con el que aspira a la canción del verano. Por si fuera poco, con su participación en el programa ‘Splash’ se ha revelado como todo un descubrimiento televisivo. La curva de audiencia del espacio de Arturo Valls no deja lugar a las dudas: los españoles querían verla plantando cara a la ex seleccionadora de natación sincronizada, Anna Tarrés. “No fue justa con sus comentarios, es innecesario y dañino que se pase de la raya”, ha declarado a Lecturas. Su éxito fue arrollador.
“Estoy en el momento más feliz de toda mi vida. Jamás podía imaginar que me sentiría así, ahora cruzo los dedos para que esta felicidad no se empañe nunca”. Una felicidad en la que tiene mucho que ver su marido, Roberto, colaborador desde hace unos meses en el programa ‘Hombres, mujeres y viceversa’, con quien el año pasado vivió una crisis que la pareja ya ha superado. “Fíjate, la gente pensó que dónde iba yo con un chico como Roberto, que nuestro matrimonio iba a ser flor de un día y ya llevamos ocho años de relación. Y más felices que nunca”.
Actualmente, Toñi vive volcada en su nuevo single. Un trabajo en solitario, ya que con su hermana Encarna no se ha planteado hacer nada. Aunque han retomado tímidamente la relación personal, aún quedan viejas heridas en el terreno profesional. Cuando Azúcar Moreno se separó se habló de desavenencias entre Toñi y su representante, que era el marido de Encarna.