Fue la época del “dientes, dientes”, de pasear abrazados por el Rocío. De eso hace mucho, y un juicio y casi un año de cárcel más tarde, Isabel Pantoja y Julián Muñoz llevan vidas separadas. El último recuerdo de su historia de amor está a punto de venirse abajo ya que ‘Mi Gitana’, el chalet que compartieron en Marbella, será demolido.
Vanitatis informaba este miércoles de que la casa será reducida a escombros, tal y como lo ha querido su nuevo propietario, de quien desvelan que es un empresario británico de renombre. El inglés no quiere nada que tenga ver con sus antiguos dueños y parece que no quiere que ninguna piedra le recuerde quien hizo archifamosa esta casa en la lujosa urbanización de La Pera. El nuevo dueño cimientará su hogar sobre el terreno que un día ocuparon Isabel, Chabelita, Kiko y Muñoz, una familia feliz que no duró demasiado tiempo.
‘Mi Gitana’ llegó a manos del Banco Santander después de esta fuera embargada por impago. Sobre el lujoso chalet pendía una hipoteca de unos 3,3 millones de la que Isabel no pudo hacerse cargo, por lo que al banco no le quedó otra que embargársela. Además, seguro que tampoco le traía gratos recuerdos, por lo que Pantoja quizás tampoco puso demasiado interés en recuperar aquella casa recuerdo de su historia con el exalcalde marbellí.
El nuevo propietario, este inglés con deseo de construir su nueva vivienda de lujo en la Costa del Sol, adquirió la casa por 2 millones de euros, pero se encontró que estaba muy abandonada y que para construir la casa de sus sueños (aseguran que será todo un palacete), lo mejor era poner el marcador a 0 y empezar por el principio, dejando de ella solo el terreno para así poder edificar a su antojo.
Adiós ‘Mi Gitana’, hello ‘My Gypsy’.