Los mensajes con los que Alessandro Lequio desmonta a Ana Obregón tras sus reproches

Alessandro Lequio ha vuelto a responder a Ana Obregón tras la presentación del libro de su hijo, Aless Lequio

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

alessandro lequio
Gtres

“Ya está todo dicho”. Alessandro Lequio (62 años) trataba de no entrar más después de su estallido durante la presentación del libro de su hijo Aless. El colaborador se mostraba duro y firme antes aquellos que aseguraban que todo era una historia maravillosa. Afectado por todo lo que está ocurriendo, el colaborador de Ana Rosa volvía a plató más sereno pero no lograba mantenerse al margen. “Ana tiene que pensar que estas decisiones son suyas y no puede involucrar otras personas”, apuntaba la propia Ana Rosa Quintana ante el resto triste de Alessandro. El colaborador terminaba saltando de nuevo tras las últimas palabras de su expareja.

“Tú sabes que yo me caliento fácilmente y esto es una de mis debilidades pero no está mal”, le aseguraba Lequio a Joaquín Prat en directo. El presentador evitaba realizar más valoraciones sobre toda la presentación de ‘El chico de las musarañas’, el libro que comenzó a escribir Aless Lequio y que ha terminado Ana Obregón. El colaborador se encuentra en un momento altamente complicado. La vuelta de la presentadora a España junto a su nieta Ana Sandra ha hecho que el foco vuelva a estar sobre sus espaldas.

El nuevo mensaje de Alessandro Lequio en plena polémica con Ana Obregón

Prat tan solo apuntaba que, de todo lo que comentó Ana Obregón durante la presentación, se quedaba con que el dinero recaudado iba destinado a la Fundación Aless Lequio para la investigación contra el cáncer. Algo que también Lequio se animaba a puntualizar. “Todo el dinero que se genere está bien, pero también hay otras formas de generar ese dinero”, aseguraba el colaborador. “Eso es lo que yo pienso”. Para Alessandro, esto no es más que una excusa que justifica la publicación del libro. “En el fondo, lo de la fundación es una disculpa”, zanjaba. “Ya está”.

No es la primera vez en estos últimos días en que Alessandro Lequio tiene que posicionarse en contra de los movimientos y decisiones de Ana Obregón. La presentadora regresaba a España para presentar el libro que ha escrito y poder acudir a firmarlo a la Feria del libro de Madrid. Una ocasión esperada, ya que se trataba de la primera aparición de Obregón desde el nacimiento de su nieta. Emocionada, Ana reconocía haber podido cumplir, por fin, los tres deseos de su hijo: su fundación, su libro y el nacimiento de su hija.

“No he leído el libro porque nadie me tiene que contar la historia de mi hijo, pero no tiene nada que ver con las pocas páginas que mi hijo dejó escritas. Es la historia de Ana, que cuenta la historia suya, pero no tiene nada que ver con mi hijo”, afirmaba Lequio durante la presentación. El colaborador asistía a todo desde el plató de ‘El Programa de AR’ mientras Ana Obregón atendía a los medios.

Los reproches de Ana Obregón

Al saber que Alessandro Lequio estaba en directo viendo la presentación, Ana Obregón se lanzaba a mandarle un mensaje. “Tu nieta te está esperando en casa porque es tu familia y está deseando conocer a su abuelo”, expresaba clara y directo. Una frase que volvía a dejar muy tocado a Alessandro. Visiblemente molesto, el colaborador dejaba claro que no iba a pronunciarse acerca de nada que afectase a Ana Sandra, la hija de su hijo Aless. “Lo que haga o deje de hacer con esta criatura es cosa mía y de mis amigos pero no tengo por qué compartirlo con toda España”, zanjaba tajante.

No quedaba todo ahí, claro. Tanto Alessandro como la propia Ana Obregón continuaban con este velado cruce de reproches al que ambos trataban de bajar el tono. “Ana me ha respetado porque no me ha involucrado en todo esto y yo se lo agradezco”, apuntaba el colaborador. Consciente de que todo lo que diga acaba teniendo una enorme repercusión, Lequio volvía al silencio y a la discreción respecto a su vida privada.

Por el momento y no parece que vaya a cambiar, la visita del colaborador a su nieta todavía va a tener que esperar. Obregón, eso sí, dejaba claro que sus hermanos y sus sobrinos estaban encantados con la pequeña y que no paraban de acudir a su casa para visitarla.