Iker Casillas se ha convertido en el máximo apoyo de Sara Carbonero en estos delicados momentos. A primera hora de esta mañana, el futbolista llegaba en coche propio a la Clínica Universidad de Navarra en Madrid para acompañar a su mujer, ingresada desde el pasado viernes. Una hospitalización que el periódico 'ABC' avanzaba ayer asegurando que se debía a una recaída en el cáncer, algo que hoy Sonsoles Ónega ha desmentido asegurando que el ingreso no tiene nada que ver con esta enfermedad, según ha podido conocer de fuentes cercanas. "No hay recaída. Es una operación que no tiene nada que ver con eso", informaba desde 'Ya es mediodía'. Desde que Sara llegó al hospital, Iker Casillas se ha turnado con su suegra y su cuñada, que tampoco se separan de su lado. Iker Casillas no se separa de su mujer, prueba de que están más unidos que nunca.
En medio de un sin fin de rumores de separación, Iker Casillas zanjaba cualquier sospecha con un mensaje el pasado 3 de febrero, coincidiendo con el 37 cumpleaños de Sara Carbonero. Un texto que ahora cobra mucho más sentido: "37 inviernos. ¡Muchas felicidades! El baile sigue...hay que bailar hasta el final!", escribía el exfutbolista junto a una imagen de la presentadora con el mar de fondo. Unas breves palabras en forma de metáfora que comparaba el baile con la misma vida o, incluso, con la fuerza que Sara necesita para atajar, una vez más, esta dura enfermedad.
Sara no tardaba en responder a la publicación de su marido con un escueto y directo "pero por supuesto", dejando ver que no se va a dejar amedrentar. Ahora, esas palabras cobran mucho más peso pero siguen cargadas del mismo optimismo. Una energía que dará a la presentadora la fuerza suficiente para reponerse, una vez más, de un contratiempo de salud.