Cinco meses después de que Meghan Markle y el príncipe Harry concedieran su explosiva entrevista con Oprah Winfrey, la conversación sigue dando muchísimo que hablar. En este programa los duques de Sussex hicieron algunos comentarios que sentaron como un auténtico jarro de agua fría en el palacio de Buckingham, como las conversaciones que tuvieron lugar en la familia real británica cuando ella estaba embarazada de Archie “sobre cómo de oscura iba a ser su piel”. Unas informaciones que, sin embargo, podrían haber sido mucho peores.
Según ha desvelado ahora el diario británico Daily Mail, la versiona ctualizada de la biografía de Meghan Markle y el príncipe Harry, Finding Freedon, que saldrá a la luz el próximo martes 31 de agosto, recoge que los duques de Sussex llegaron a plantearse dar el nombre de la persona que había hecho ese tipo de comentarios racistas sobre el pequeño Archie. Sin embargo, en el último momento la exactriz se echó atrás.
Según la información del mencionado medio británico, Meghan Markle mantuvo una conversación antes de la grabación con Oprah Winfrey en la que le explicó que finalmente no dirían el nombre de esta persona porque sería “muy perjudicial para ellos”. Una decisión que, sin embargo, no evitó la polémica. Esta información cayó como una auténtica bomba en el palacio de Buckingham y, en un comunicado, la reina Isabel II calificó de “preocupante” esa acusación mientras que el príncipe Guillermo dejó claro que no son “una familia racista”.
Aún así, de haber dicho el nombre de esta persona, Meghan Markle y el príncipe Harry habrían hecho frente a un futuro aún más complicado. Según el diario The Sun, el palacio de Buckingham incluso habría podido llegar a los tribunales. Algo que tampoco se descarta, ya que la reina Isabel II, cansada de la actitud de la pareja, estaría preparándose para una ofensiva legal.