Archie Harrison. Ese es el nombre del niño que han elegido Meghan Markle y el Príncipe Harry para su primer hijo. Pocas horas después de presentarse ante las cámaras con su bebé en brazos, desde su cuenta de Instagram han dado a conocer el dato que ha tenido en vilo a todos y que, por supuesto, tiene el visto bueno de su bisabuela, la reina Isabel II.
Cumplieron su palabra. Los Duques de Sussex, Meghan Markle y el Príncipe Harry, habían planeado presentar a todo el mundo su primer hijo, un niño que vino al mundo en las primeras horas del lunes 6 de mayo y que pesó 7 libras y 3 onzas (algo menos de tres kilos y medio), así han hecho hoy.
Harry, orgulloso y nerviosísimo padre, fue el encargado de hablar con los medios en la tarde del lunes. Sin parar de frotarse las manos y aún sin creerse por el milagro que había presenciado (él estuvo junto a Meghan todo el parto), informó que tanto bebé como madre se encontraban perfectamente y que el niño era muy sano. También citó a los medios dos días después de este primer encuentro, cuando tendría lugar la gran presentación oficial.
Se dijo que Meghan, poco amante de las tradiciones (por ejemplo, no ha dado a luz en el hospital donde acostumbran a parir los miembros de la familia real, sino en otro centro médico, aunque su auténtico deseo habría sido alumbrar en su propia casa) y mucho de la privacidad, deseaba distribuir unas imágenes pero finalmente parece que no fueron más que rumores, que han acompañado al embarazo en todo momento. Ha habido posado.
En los dos primeros días de vida del nuevo ‘royal baby’, que no tendrá categoría de príncipe, a menos que que diga lo contrario la Reina Isabel II, y que ocupa el séptimo lugar en la línea de sucesión al trono, además de escuchar a su padre, también hemos oído a su tío Guillermo que daba la bienvenida al rebelde de su hermano al club más selecto de todos, “la sociedad de privación del sueño”, por su estrenada paternidad.