Desde que Meghan Markle y Enrique de Inglaterra empezaron a salir, rompieron con todas las reglas establecidas. Ellos son una pareja que huyen de formalidades, estereotipos o cualquier clase de protocolo. Lo han hecho desde el comienzo su amor y lo han seguido haciendo hasta a la hora de convertirse en padres. Ahora que ya por fin pueden abrazar a su primer retoño, la pareja disfruta de una privacidad de la que los Duques de Cambridge no disfrutaron. Tal ha sido su expreso deseo.