Hace menos de año que Meghan Markel y Harry de Inglaterra se dieron el ‘sí, quiero’ y ya ha hecho grandes cambios en sus vidas. Se han mudado de casa a otra lejos de Kensington Palace, donde viven Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, están a punto de ser papás y lo que beben ni con quienes lo beben es como antes. Según publica Express UK, Meghan Markle ha prohibido al duque de Sussex que consuma alcohol, té y le ha pedido que se aleje de todas esas personas con las que solía alternar para consumirlos ¡Y Harry, más enamorado que nunca en su vida, ha dejado atrás los malos hábitos por su mujer!
Y, tal y como cuenta el citado medio, el cuerpo de Harry ya ha notado los primeros cambios desde que ha abandonado el alcohol y el té y lo ha cambiado por el agua mineral sin gas. Durante las vacaciones en Sandringham, Harry estaba más delgado y le brillaban los ojos más que nunca. "Todo lo que ella [Meghan] hizo fue mostrarle que hay otra manera de vivir. Come bien, no envenena su cuerpo, hace ejercicios, un poco de yoga y es mucho más feliz", asegura un amigo de la duque.
No solo se encuentra mejor físicamente, también ha cambiado su carácter, que está más tranquilo “Antes siempre estaba inquieto y de un lado para otro, en busca de la siguiente emoción”, apostilla una fuente del entorno de la pareja.
A estos malos hábitos también hay que sumarle que Harry, que antes siempre era el rey de la fiesta, desde que se casó no sale con esos amigos que eran más aficionados a tomar alcohol que a hacer deporte. "Ahora, su nueva dieta no es el invitado de fiesta más divertido del mundo, pero está más tranquilo y relajado", apostillan.