Desde que se anunciara oficialmente su compromiso, Meghan Markel se ha convertido en el centro de todas las miradas. Así que su primer acto público en compañía del Príncipe Harry ha sido todo un acontecimiento en Reino Unido.
La lucha contra el Sida era una de las causas benéficas en las que más implicada estuvo Lady Di, la madre de Harry, por eso para él, el 1 de diciembre es una fecha importante. Meghan y él han acudido al evento que celebra cada año la Fundación Terrence Higgins contra esta enfermedad en Nottingham, Inglaterra.
Los habitantes de esta población han acogido a la pareja con los brazos abiertos y han llenado a Meghan de regalos. La actriz ha recibido varios ramos de flores, cartas... todos querían darle la mano y hacerse fotos con ella.
Todos los medios han coincidido en apuntar el acierto del look de Meghan. La actriz se ha decantado por una falda larga y un abrigo de silueta militar que ya había lucido en otras ocasiones (y que se ha agotado poco después). Pero lo que más ha llamado la atención ha sido su bolso clásico y sus originales botas, arrugadas y con tacón triangular.
Pero sin duda, el elemento que más miradas atrae del look de Meghan es su anillo de compromiso, con tres diamantes y en oro amarillo. El Príncipe Harry ha desvelado que él mismo lo diseñó a partir de un diamante de Botswana (país en el que tuvieron su primera cita) y otros dos diamantes más pequeños pertenecientes a la colección de su madre.
Al igual que Diana, Harry está muy comprometido con las causas sociales con las que Meghan se está implicando en ellas desde el primer momento. Los dos han posado con los jóvenes a los que ayuda esta Fundación con la que el Príncipe ya ha colaborado en otras ocasiones.