Está conmocionada. No tiene consuelo". Así ha descrito un íntimo de Máxima de Holanda cómo se encuentra la reina, destrozada y aún en shock tras haber enterrado a su hermana Inés (33), Inesita como la llamaba, que se suicidó el miércoles 6 de junio según apuntan las investigaciones preliminares.
Llamada desgarradora
En Villa Eikenhorst, la residencia privada de Máxima y Guillermo a pocos kilómetros de La Haya, el teléfono sonó sobre las tres de la madrugada del jueves 7. Y la reina se derrumbó. Su madre, María del Carmen Cerrutti, habla encontrado muerta a su hermana pequeña, Inés. La herida de la muerte de su padre, fallecido el pasado agosto, volvía a abrirse en el corazón de Màxima con más fuerza si cabe. Su hermana, dama de honor cuando se casó con Guillermo y madrina de su hija pequeña Ariadna, se había ido sin despedida.
Destrozada
El entierro de Inés tuvo lugar en el Memorial del Pilar, un cementerio privado al norte de Buenos Aires. La ceremonia del sepelio duró unos 40 minutos y en ella, Máxima, acompañada de sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariadna, así como de sus hermanos, cantaron en honor de la fallecida, que adoraba la música. Entre las canciones que interpretaron hubo un tema de Bob Marley y otro de Bob Dylan.
Máxima, con un ramo de flores blancas, se mostraba desolada. Sus hijas tampoco pudieron reprimir el dolor, en especial la mediana, Alexia, muy afectada, y rompieron a llorar en algún momento de la ceremonia…
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