Marta Sánchez ha sido premiada, por segunda vez, con uno de los tradicionales Bombines de San Isidro, los premios más castizos. La cantante estaba muy ilusionada por este reconocimiento pero la noche tuvo un sabor amargo. Aunque más amargo resultó para la prensa a quienes dejó con las preguntas en la boca tras dar una espantada. ¿El motivo? Una eurovisiva cuestión…
La cantante que ha puesto letra al himno decía que para ella era muy importante recibir otro Bombín puesto que se siente muy madrileña, “San Isidro es mi barrio, mi padre cantaba zarzuela…”, más ‘gata’ imposible. Revelaba que tiene por delante meses de intenso trabajo pues, además de estar preparando disco, una tarea que se está tomando con tranquilidad, tiene pendiente su show estival, “es más animado y menos minimalista que ‘Piano y Voz’”. Todo parecía ir de maravilla en la ronda de preguntas hasta que la interpelaron a que diera su opinión por el papel de España en Eurovisión. Entonces ahí se quedó muda. “Ahmm… venga ¡besitos!”, fueron sus últimas palabras antes de desaparecer dejando a la prensa plantada y con una batería de preguntas aún por hacerle.
¿Qué le pudo sentar mal a Marta? ¿aún no le ha perdonado a la audiencia que mandara ‘Tu canción’ y no ‘Lo malo’ a Lisboa? Lo cierto es que la última vez que la vimos hablar de Eurovisión fue en febrero, cuando se acababa de decidir el tema que nos representaría y ella recordó ante los micrófonos de los medios que, cuando a ella le propusieron participar en el certamen, lo rechazó porque en “Eurovisión mandan demasiados a la vez, y cuando esto sucede lo que falta es un criterio”. Va a ser que no le gustó que quedásemos cuartos. Por la cola.