¿Qué es eso de juzgar un libro solo por su cubierta? Marta López Álamo está harta de que le suceda esto, de que los ‘haters’ la critiquen por su aspecto o por el contenido que muestra en redes, a todos ellos ha querido lanzar el más épicos de los zascas ¡Aún resuena!
Es evidente que la nueva novia de Kiko Matamoros es una chica muy guapa y que su profesión, ligada al mundo de la moda, ha hecho que esto ocupe el contenido de sus redes sociales. De Marta, en Instagram, interesan los productos que usa para cuidarse, con los que se maquilla o las mallas que lleva al gimnasio. Detrás de cada etiqueta, hay una oportunidad de negocio que las influencers, y ella es una, aprovechan. Es su profesión: probar cosas que le hacen llegar las marcas y ofrecer un contenido a su medida a su público. Y las firmas pagan, claro, como si fuera un anuncio en prensa escrita o emitido en la televisión en horario de máxima audiencia. Muchos no entienden que esto sea un trabajo remunerado y también los hay que consideran que el contenido que ofrecen los y las influencerse de estilo de vida es demasiado vacío y piensan que también lo son las personas que los hacen.
“Para los que me dicen que solo hablo de ejercicio, make-up, ropa, etc. Y otros temas de interés para la gente que usa esta red social y sigue a influencers o personajes públicos, como es mi caso”, aclara asegurando que ese es el contenido que ella consume a diario en Instagram, “os propongo que si lo preferís, puedo hablar de contabilidad o microeconomía, o incluso de matemáticas financieras; pero creo que para consumir ese tipo de información Instagram no es lo más adecuado, ¿no? Venga, un beso”. Drop the mic. Marta ha dejado a todos callados con semejante respuesta plagada de verdad.
López Álamo, además de modelo e influencer, es estudiante de Administración y Dirección de Empresas Su sueño, el día de mañana, es crear su empresa y dirigirla. Le gustaría que fuera algo relacionado con la moda, pues es un mundo donde ella tiene sus contactos y es reconocida.