Marta López Álamo, a sus 22 años, está más que habituada a convivir con cientos de mentiras y rumores que corren, como la pólvora, sobre ella en las redes sociales. Por eso, ha querido ser “totalmente sincera y transparente sobre mi cambio físico y mis operaciones”, dice mirando a cámara en su último vídeo grabado para Mtmad.
“Hay mucha gente que me llama polioperada y dicen que me he operado de cosas que no lo estoy”, a todos ellos ha querido sacarles de dudas poniéndose seria sobre un tema que le molesta especialmente, pues “una cosa es opinar y otra, faltar al respeto”.
La novia de Matamoros, que ya ha partido hacia el certamen Miss World Spain en el que participa representando a Jaén, ha repasado cada parte de su cuerpo de la que se ha dicho que tiene retocada, algo que muchos descubrirán con sorpresa que no es así. Culo, cintura, pómulos, cara… pero ¿qué se ha hecho realmente? López tan solo ha pasado por la camilla de un cirujano para operarse el pecho, en dos ocasiones, y nariz. El resto, como los labios o los dientes, son simples retoques estéticos de los que también ha dado pelos y señales.
“Esta era yo con 18 años, cuando tenía el metabolismo hecho una locura. Estaba más gordita. Nunca he tenido poco pecho. Jamás he sido una tabla. Tenía una 75 de pecho y ahora una 90. La primera vez que me operé lo hice por debajo del músculo y con prótesis anatómicas, pero cuando hacía esfuerzos, al estar por debajo del músculo, se me hacía un escote muy raro. Tampoco me quedaba simétrico”, desgrana, ofreciendo, como había prometido, una foto del antes y del después. “Ahora me lo he vuelto a operar, hace dos meses, y me lo he puesto por encima del músculo con prótesis redondas y me he puesto 400 gr. Tampoco se ve exagerado porque yo soy una tía alta, mido 1.75, y no me queda descompensado”. Sobre la nariz apunta lo siguiente, “yo me la quería retocar porque tenía complejo, tenía el tabique ladeado y ancho, a mí eso no me gustaba”, y pasó por quirófano hace dos meses, aprovechando la intervención del pecho.
Y por último los retoques, aquellos que no son operaciones pero que debe hacer un experto en medicina y belleza. “No creo que tenga unos labios exagerados. Para gustos los colores y a la que le tienen que gustar es a mí. Tenía complejo de tener poco labio y me pinché tres veces con un relleno semipermanente, aunque una de ellas lo hice para quitarme”. Y los dientes, un secreto, que, dice, hasta ahora no había hecho público. “He llevado ‘Invisalign’ para corregir los dientes de abajo que se me montaban y acumulaban mucho sarro. Y para tema estético las carillas porque quería los dientes un poquito más grandes, esto nunca lo había contado. Ahora tengo las provisionales y en septiembre me pondré las definitivas, que son unos dientes mucho más blancos”.