Jorge Marron (43 años) y Arancha Morales se convirtieron en padres el pasado mes de febrero. Dieron la bienvenida a Gael, su primer hijo en común. "Nuestra pequeña gran revolución", escribía la pareja a través de redes sociales junto a la primera foto que compartían de su bebé. Fueron muchos los que quisieron felicitarles por este nuevo miembro de la familia, uno que ya ha protagonizado varias anécdotas en 'El Hormiguero'.
El televisivo retomó su puesto como colaborador habitual del programa de Pablo Motos (58 años) después de unas semanas de descanso. Le sustituyó Miguel Gálvez, pero ya en las últimas entregas se dejó ver hablando de ciencia y compartiendo tertulia con El Monaguillo y Luis Piedrahita. En inicio de la nueva temporada, a principios de septiembre, ya contó cómo fue su primer verano como papá. Una trasladó Madrid-Ibiza que se tornó una odisea. Este lunes 25 de septiembre ha añadido una anécdota más a la lista. Marron ha explicado la mayor confusión que ha tenido con su hijo de ya siete meses.
“Fue con su primera papilla", ha adelantado Marron. "Ya ha pasado la época del biberón y quiere algo con más consistencia. Fuimos a la pediatra a preguntarle cómo se hacía la transición y nos contó que tenía que hacer cuatro comidas al día. Eso es ya casi como un adulto; es decir, hace desayuno, comida, merienda y cena", ha comentado. El colaborador explicaba que para la comida le daba un puré de verduras; para la merienda, otro de frutas; y para el desayuno y la cena, de cereales.
Una confusión de Marron provoca la risa de sus compañeros
"Me dice, además, que los cereales cuanto más naturales mejor. Ahí llegó mi confusión. Me obceco con eso de 'más natural' y en mi cabeza solo suena 'más natural'. Voy a la farmacia y les pido los cereales más naturales. Me ofrece un preparado y le digo que eso no suena a natural. Así que me ofrece avena en copos y me voy con ellos a casa. Evidentemente no se lo puedo echar entero en la leche porque no los puede masticar, lo tengo que picar yo", ha explicado. Es entonces, en el preparado de esos copos de avena, cuando se complica todo.
"Empieza a salir humo. El niño me miraba estupefacto. Echo la leche y la avena molida y veo que eso empieza a crecer como si fuera un monstruo barroso. Si esto le doy cucharadas pequeñas se lo tiene que poder comer...", pensó el colaborador de 'El Hormiguero'. Sin embargo, estaba equivocado. "Al darle la primera (cucaharada) el niño se parece al prota de Matrix con la boca pegada", ha confesado.
"A esto que me doy cuenta que el niño no lo podía comer, era imposible. Vuelvo a la farmacia en un día que no había parado de llover. Llegué empapado y compré el preparado que iba en una caja de cartón. Al volver a casa como estaba lloviendo se empapó la bolsa de cartón, se rompió y me quedé con las asas. El preparado se cayó en un charco y pensé que con el agua se iba a crear una papilla gigante. Finalmente, llevé unas bolsas herméticas y pude hacerle una papilla normal", ha concluido.
Marron se sincera sobre sobre su primer verano como padre
Para Jorge Marron y Arancha Morales este ha sido su primer verano como papá y mamá. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que hayan disfrutado de unas merecidas vacaciones. Las primeras en familia. Dicidieron viajar hasta Ibiza, pero tomaron una ruta alternativa para evitar así subirse a un avión. Optaron por ir en coche hasta Dénia y, una vez allí, coger un ferry hasta Ibiza.
Querían que fueran unas vacaciones tranquilas, pero se convirtieron en una auténtica odisea. "Vacaciones con un niño de seis meses Pablo es un eufemismo de mudanza. Os cuento. Mi chica y yo decidimos que nos íbamos a ir de vacaciones a Ibiza, pero como el niño es muy pequeño para montar en avión, dijimos que no. Entonces nos decantamos por ir en coche desde Madrid a Dénia y en Dénia coger el ferry hasta Ibiza", empezaba su relato.
"Empezamos a ver todas las cosas que necesitábamos llevarnos, para meterlas en el maletero del coche. He visto camiones de mudanza con menos cosas. Necesitábamos el carrito, el asiento para el coche, pañales normales, pañales de baño porque no son iguales, amigo...", ha continuado, provando las risas de los presentes. "Una trona, una hamaca, una sombrilla porque los niños en la playa se convierten en gremlins. No les pueden dar el sol ni mojarse. Un cosa que me parece acojonante es que teníamos que llevar bañera de bebé y piscina de bebé. Que dices, ¿no es el mismo concepto? No, no se puede bañar al bebé en la piscina para bebés. No te equivoques, tiene que ser en la bañera para bebés. Eso es así", continuaba.
Una vez que consiguió encajar todo en el maletero, se dio cuenta de que ese no era el mayor de sus problemas. "A partir de los 20 minutos se empieza a cansar y empieza a llorar, pero no pasaba nada Pablo porque nosotros teníamos un as en la manga. Una canción que consigue que el niño se calme siempre. Es un tema popular, el tema de 'Garbancito'. Después de escuchar 25 veces seguidas la canción, al borde de la esquizofrenia, me giro a mi chica y le digo: "Echo de menos los lloros, ¿tú no?". Paramos un segundo la canción y el niño volvió a llorar. Así hasta Dénia, parando cada dos horas claro", concluía.