Un enorme despliegue policial se ha personado en la casa que, hasta ahora, habitaba Sandra Fernández de Villavicencio, hija del Marqués de Larios, en el madrileño barrio de La Moraleja. Era el segundo intento que hacían de desahuciarla junto a su hijo Kenzo, de tan solo seis años. En esta ocasión, no han podido evitarlo. El pequeño salía de casa en brazos de su abuela y Sandra atendía a los medios presentes. “Ni que yo fuese una terrorista”, exclamaba ante la presencia de policías. Una historia de difícil solución...
Segundo intento
Era la segunda vez que la justicia intentaba desalojar a Sandra Fernández de Villavicencio de la casa que ocupaba junto a su hijo Kenzo. En la primera ocasión, había podido evitarlo gracias a la presencia de sus perros. Los animales andaban sueltos, ladrando a los presentes, de forma que no pudieron entrar en la propiedad. “No me he enterado de nada, si han llamado a mi puerta no he sido consciente”, declaraba posteriormente a El Español. “Estamos aquí mi hijo y yo, no nos hemos enterado de nada”.
Sandra es hija de José Carlos Fernández de Villavicencio y Eleta, VI Marqués de Larios, y de Eva Frommer. Heredera del marquesa, mantiene una complicada relación con su padre desde que este se separó de su madre, hace ya veinte años. En un principio, madre e hija se quedaron con el usufructo de la casa familiar, extremo que el marqués considera que ya no tiene sentido. Sandra ha pasado ya de los 30 años y, según su versión, ya no necesitaría la ayuda paterna.
El pasado 10 de abril, la policía se personó en el domicilio junto al juez titular, varios funcionarios y un equipo de cerrajeros, pero no consiguieron acceder a la vivienda. Ha sido este mismo martes cuando sí han logrado concluir el desahucio con éxito. Un trabajador de la perrera llegó antes para llevarse a todos los animales presentes en la vivienda. Posteriormente, cuatro coches de policía, una furgoneta, miembros de seguridad, el comité judicial y los cerrajeros acudieron hasta el lugar.
'Es tan vergonsozo'
El nieto del Marqués de Larios salió en brazos de su abuela y esperó en el coche hasta que finalizase todo. En un primer momento, Sandra optaba por resistirse. “No me voy a ir de casa. Es hora de que mi padre dé la cara y venga él a desahuciarme. He intentado llamarle, pero nada”, explicaba a ABC. “ Han acordonado la calle y está repleta de agentes de seguridad, de policía nacional y de la secreta. Ni que yo fuera una terrorista. Lo más sorprendente es que no ha venido el Fiscal del Menor ni la jueza”.
Finalmente, abandonaba el domicilio ante la mirada de su madre. “Es tan vergonzosa la situación”, expresaba desolada Eva Frommer, exesposa del marqués, tal y como recoge ABC. “Le he pedido que recapacite en varias ocasiones, que hay formas de hacer las cosas, pero ni me ha contestado”. El cruce de acusaciones entre padre e hija no debe haber favorecido nada en esta complicadísima relación.