Marisa Jara se enfrenta a su entrevista más dura. Horas después de reunirse con su oncólogo, nos confiesa el horror que está viviendo tras la detección de un cáncer cuando le hacían unas pruebas para someterse a una inseminación artificial. “Me dice el oncólogo que ahora no puedo ser madre”, nos desvela hundida y todavía débil por la dureza de la operación en la que le han extirpado un gran tumor. Muy impresionada, nos cuenta que durante la intervención perdió las constantes vitales y que pudo haber muerto. La modelo afronta la enfermedad con una gran fortaleza mental, pero no puede evitar sentir pavor a que vuelva a reproducirse.
Te enfrentas a tu entrevista más dura. ¿Cómo estás?
Con el cáncer ha pasado un tsunami por mi vida. Ha sido y es el peor momento que he vivido. He pasado días con el ánimo muy bajo. Tengo ‘momentos’. Es un palo muy duro, una revolución que no sabes ni cómo controlar. Es horrible, he llorado mucho, pero no delante de mi familia, para no preocuparles. Mi madre me dice que no soy consciente de lo que tengo.
Estamos haciendo esta entrevista horas después de que el oncólogo te haya dado el diagnóstico.
El tumor que me han quitado es muy malo. Lo primero que me ha dicho el oncólogo es que he vuelto a nacer, y que si no me lo hubieran quitado tan pronto no lo habría contado...
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