Mario Vargas Llosa recibe el alta hospitalaria acompañado de Isabel Preysler

El escritor Mario Vargas Llosa ha abandonado ya el hospital acompañado de Isabel Preysler tras el correspondiente examen médico...

Mario Vargas Llosa

Termina el ingreso hospitalario de Mario Vargas Llosa. El escritor ha recibido el alta hospitalaria poco esta misma mañana tras haber sufrido un aparatosa caida que le provocaba un enorme hematoma. Tras comprobar que no existían fracturas, el premio Nobel pasaba la noche en observación y recibía el alta al día siguiente. Acompañado de Isabel Preysler, abandonaba la Clínica Ruber Juan Bravo en Madrid poco después de las doce del mediodía...

El final de su primer viaje a Las Palmas no se ha cerrado con broche de oro, sino más bien con mala pata. Según informaba ¡Hola!, Mario Vargas Llosa, de 82 años, sufrió en la madrugada del jueves 21 de junio una caída en su casa. El batacazo le ha producido "un dolor intenso en la zona del glúteo y cadera izquierda". El premio Nobel de Literatura tuvo que ser trasladado a la Clínica Ruber de Madrid, donde permaneció en observación. Afortunadamente, el escritor no tuvo que lamentar haber sufrido una fractura, aunque sí que se le ha producido un buen hematoma.

La clínica emitió el parte médico, a las pocas horas, donde recomiendan que continuase en "observación" para vigilar la evolución de ese hematoma que se encuentra localizado en "la región del glúteo izquierdo" y en si se producen síntomas debido al "leve traumatismo craneoencefálico". El escritor causaba cierta alarma entre sus seres queridos, tanto por la caída como por su edad. Un golpe de estas características podría haber supuesto un enorme problema con posibles consecuencias.

Por suerte, Vargas Llosa evolucionó muy favorablemente en las horas siguientes a su ingreso. El premio Nobel no tenia ninguna fractura y tan solo presentaba un hematoma. Los médicos decidieron dejarle en observación hasta la mañana siguiente. Acompañado de Isabel Preysler y en coche, el escritor abandonaba la clínica pasadas las 12 del mediodía. Ahora, le tocará guardar reposo en casa y rebajar su frenético ritmo de trabajo.

Parte médico de Mario Vargas Llosa