Mario Vargas Llosa tiene problemas con el fisco. Aunque él alega que hay un error, no ha tenido más remedio que saldar su deuda de 2,1 millones de euros para lo que ha tenido que hipotecar la casa que posee en la madrileña calle Flora y en la que no vive.
Hacienda le reclama 2,1 millones de euros y, aunque no está de acuerdo, ha tenido que usar el despacho con biblioteca de 280 metros cuadrados en en el centro de Madrid como aval para pagar la hipoteca que ha contraído. Hasta que se resuelve el caso, el premio Nobel continúa viviendo en la mansión de Isabel Preysler en Puerta de Hierro.
Este piso no está a nombre del autor de 'La ciudad y los perros', sino al de la sociedad Jurema BV de la que es socio mayoritario Mario Vargas Llosa y se encuentra en Holanda, país puente hacia paraísos fiscales.
De momento, el escritor sigue pleiteando, pero, en el caso de que no ganara la batalla perdería su estudio biblioteca, que también fue propiedad de Patricia Llosa, su segunda mujer.