Ayer, Bigote Arrocet, llevaba su arte pictórico hasta la pasarela. El humorista y hombre del Renacimiento mostraba sus últimas creaciones en una sala de Madrid, donde recibió a la prensa, que le preguntaron sobre las últimas novedades en su vida, la nueva casa en la que vivirá con María Teresa, la mudanza o la venta de los muebles del chalet de la presentadora.
El chileno, orgullosísimo de su vena creativa, ha explicado que para él, a veces es más rápido pintar una camiseta que un cuadro, y como el arte no entiende de fronteras ni de lienzos, lo mismo le da plasmarlo sobre una tela que sobre una prenda.
El novio de María Teresa, que no estuvo acompañado por la presentadora, dijo que últimamente se estaban diciendo cosas que no eran ciertas sobre ellos, “me han matado, me he ido de la casa, me he separado, me han dejado la maleta en la puerta… nada es verdad”, y niega también que haya comenzado la mudanza, “la venta de la casa es sabido que sí, pero el resto de lo que dicen (niega con la cabeza)”.
María Teresa tenía interés en vender su mansión porque se le había quedado grande. Ella y Edmundo necesitan ahora una vivienda más pequeña y manejable. Este es uno de los motivos que ha empujado a la difícil decisión de poner a la venta los muebles del ‘casoplón’ que vimos en Las Campos. “La casa es más pequeña, eso es verdad. Así que como todos los muebles de una casa no caben en la otra, y las niñas no quieren muebles porque ellas también están copadas de muebles, pues se han vendido”, explica con sencillez, “ahora se achica la cosa”.
María Teresa planea cambiar Molino de la Hoz por Aravaca, por lo que estará más cerca de Terelu, a tan solo 10 minutos de la vivienda de su hija mayor. Una verdadera ventaja.