María Teresa Campos está confinada en casa de su hija Terelu y ya contó a Lecturas que la convivencia con su hija, aunque es muy exigente por precaución, va sobre ruedas. La veterana presentadora ha participado en un especial de entrevistas de Risto 'Conversaciones en Fase Zero', en Cuatro, y ha vuelto a abrir su corazón en días tan complicados y de tanta reflexión. A esta revista confesó sentirse "angustiada", una preocupación más que razonable dado que se encuentra dentro del grupo de riesgo frente a la infección del coronavirus.
A Risto Mejide ha revelado que el confinamiento le "ha cogido débil", y esto se suma a lo complicado de la situación. "Hay cosas que no se superan en un día ni en dos, y el añadido de ahora...", ha dicho María Teresa, muy sincera como siempre, recordando que pocas semanas antes de esta crisis su relación con Bigote Arrocet se rompió y ella lo pasó realmente mal.
A pesar de todo, la madre de Terelu Campos se siente agradecida con la vida. "Tengo que dar muchísimas gracias por tener a la familia que tengo, he estado en casa de Carmen y luego me instalé con Terelu", ha revelado sin mencionar nada del positivo en coronavirus de su hija Carmen, tal y como Lecturas ha podido saber. La hija menor de María Teresa Campos ha dado positivo en covid-19 y está muy decaída y físicamente muy afectada por la dureza del virus.
No obstante, María Teresa sí que hizo a Risto una confesión íntima de lo que el virus ha supuesto para su vida y la de su familia. "Uno piensa que lo peor es que le pase algo a las personas que tú quieres. Con miedo no se puede vivir, pero ahora no nos queda otra, porque el virus se ha apoderado de nosotros y nosotros no nos hemos apoderado de él", ha confesado.
La madre de Terelu Campos y Carmen Borrego reza cada día y a la pregunta de Risto Mejide de quién es su ángel de la guarda, ella lo tiene claro: "Mis ángeles de la guarda son mis hijas, sin duda".
"Terelu me hace jugar a las cartas con mascarillas y guantes de látex, a esta casa no entra nadie y solo me muevo por mi habitación, mi baño y el salón. Es una exageración", ha contado más relajada.